22/04/2018, 10:48
Al final Juro se marchó tras Riko, dejándome solo con Ayame. Nada preocupante, de los tres, en ese momento, Ayame era la mas confiable. Al menos mientras hubiese luz. Si la luz se apagaba, estábamos los dos perdidos. Pero claro, igual no importaba, por que igual Riko te abandonaba después de faltar a su palabra, o Juro intentaba matarte.
No salimos mucho mas tarde que Juro del lavabo. Sin embargo, cuando Ayame y yo llegamos abajo, ni juro ni Riko podían verse por ningún lugar. No habían bajado mucho, al menos Juro, por que Riko había salido corriendo, huyendo de su palabra. Sin embargo, la voz de Ayame me saco de mis pensamientos.
—¿Crees que las cocinas seguirán inundadas?
—¿La verdad? Ya no sé qué ni a quien creer…
Podía pasar, que abriéramos la puerta de la cocina, y se llenara toda la casa de aquella sustancia marrón que parecía ser fango y que no paraba de salir de los grifos bajo ningún concepto. Sin embargo, nada de eso paso, cuando abrimos la puerta de la cocina, no había nada extraño, estaba como la primera vez que la habíamos pisado. Sin cambios.
—Creo... creo recordar que había algo de maíz en la nevera —me dijo Ayame señalando con la mano el electrodoméstico—. Yo me quedaré aquí mientras tanto, vigilando la puerta. Lo último que querríamos sería quedarnos otra vez encerrados y…"Ahogados" de nuevo...
—Creo que esa no es buena idea. Deberías coger tú el maíz, separar un poco y esconder el resto, por si vuelve a surgir la necesidad. Como te he dicho antes, si lo hago yo, no me contendré, me lo comeré todo, y si intentas detenerte, probablemente acabe haciéndote daño. Seré como animal salvaje, como un lobo que lleva semanas sin comer, y consigue cazar un cervatillo. No puedo controlarme, y no sabemos si volveremos a encontrar maíz, ni siquiera sabemos si el que tu has visto sigue ahí.
No salimos mucho mas tarde que Juro del lavabo. Sin embargo, cuando Ayame y yo llegamos abajo, ni juro ni Riko podían verse por ningún lugar. No habían bajado mucho, al menos Juro, por que Riko había salido corriendo, huyendo de su palabra. Sin embargo, la voz de Ayame me saco de mis pensamientos.
—¿Crees que las cocinas seguirán inundadas?
—¿La verdad? Ya no sé qué ni a quien creer…
Podía pasar, que abriéramos la puerta de la cocina, y se llenara toda la casa de aquella sustancia marrón que parecía ser fango y que no paraba de salir de los grifos bajo ningún concepto. Sin embargo, nada de eso paso, cuando abrimos la puerta de la cocina, no había nada extraño, estaba como la primera vez que la habíamos pisado. Sin cambios.
—Creo... creo recordar que había algo de maíz en la nevera —me dijo Ayame señalando con la mano el electrodoméstico—. Yo me quedaré aquí mientras tanto, vigilando la puerta. Lo último que querríamos sería quedarnos otra vez encerrados y…"Ahogados" de nuevo...
—Creo que esa no es buena idea. Deberías coger tú el maíz, separar un poco y esconder el resto, por si vuelve a surgir la necesidad. Como te he dicho antes, si lo hago yo, no me contendré, me lo comeré todo, y si intentas detenerte, probablemente acabe haciéndote daño. Seré como animal salvaje, como un lobo que lleva semanas sin comer, y consigue cazar un cervatillo. No puedo controlarme, y no sabemos si volveremos a encontrar maíz, ni siquiera sabemos si el que tu has visto sigue ahí.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)