29/04/2018, 14:33
El Jin falso bajó su mirada hasta fijarse en los objetos que le tendía Riko. Una llave y un papel arrugado. Por un segundo pareció dudar, pero no tardó en ocultar aquella duda para acercarse lentamente al albino y tomar de su mano la pequeña llave metálica que tenía. Por un momento la observó, inquieto, hasta que la tomó por un extremo, lo típico para abrir una puerta, y se acercó a la mesa.
—Juro y tú tenéis algo en común, ambos no tenéis padres —comentó, aún con la llave entre sus dedos. Y, poco a poco, su rostro, su cuerpo, sus extremidades, todo su ser comenzó a cambiar moviéndose como si se estuviese amasando a sí mismo. De pronto y frente a ellos se encontraba el mismísimo Riko, solo que con un ligero cambio.
Tenía unos cinco años.
—Esta llave abre el sitio donde está alojada tu parte de la llave para salir —musitó con voz infantil —. Pero tienes que hacerlo solo... —nada más recitar esas palabras, de los pies del Riko menor emergió una oscuridad que devoró al mayor, tal y como El Ahorcado lo había hecho con Ayame.
Juro se quedó solo en la habitación.
Riko estaba en la misma habitación que antes, tumbado sobre el sofá polvoriento al lado de la mesita. Se encontraba solo, a excepción de un pequeño Riko que estaba jugando encima de la alfombra con lo que parecía ser objetos de madera. Encima de la mesa estaba la llave que le había quitado el falso Jin.
—La puerta, la caja, la mesa también —canturreaba el menor mientras amontonaba sus objetos —. Una oculta una llave, qué bien, qué bien...
—Juro y tú tenéis algo en común, ambos no tenéis padres —comentó, aún con la llave entre sus dedos. Y, poco a poco, su rostro, su cuerpo, sus extremidades, todo su ser comenzó a cambiar moviéndose como si se estuviese amasando a sí mismo. De pronto y frente a ellos se encontraba el mismísimo Riko, solo que con un ligero cambio.
Tenía unos cinco años.
—Esta llave abre el sitio donde está alojada tu parte de la llave para salir —musitó con voz infantil —. Pero tienes que hacerlo solo... —nada más recitar esas palabras, de los pies del Riko menor emergió una oscuridad que devoró al mayor, tal y como El Ahorcado lo había hecho con Ayame.
Juro se quedó solo en la habitación.
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Riko estaba en la misma habitación que antes, tumbado sobre el sofá polvoriento al lado de la mesita. Se encontraba solo, a excepción de un pequeño Riko que estaba jugando encima de la alfombra con lo que parecía ser objetos de madera. Encima de la mesa estaba la llave que le había quitado el falso Jin.
—La puerta, la caja, la mesa también —canturreaba el menor mientras amontonaba sus objetos —. Una oculta una llave, qué bien, qué bien...
![[Imagen: MsR3sea.png]](https://i.imgur.com/MsR3sea.png)
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