17/05/2018, 16:56
Ni escudriñando catorce millones de posibles futuros con el don divino de la premonición podría Akame haber visto lo que el llamado Hyuuga Kisho iba a contestarles. Porque, pese a su apariencia debilucha y su forma un tanto rara de hablar de sí mismo en tercera persona, el kusajin iba a demostrarles a todos los presentes que tenía una cualidad muy importante y rara en un ninja; la de sorprender.
Los ojos del jōnin se abrieron de par en par, como sendas farolas de aceite, cuando aquel genin les dijo que para hacer funcionar su Byakugan necesitaría cobrarles una pequeña cuota. «Hijoputa», pensó Akame, no sin cierta guasa, y acto seguido rompió a reír al mismo tiempo que lo hacía Etsu.
Akame prolongó sus carcajadas, no tan estruendosas como las del Inuzuka pero sí igualmente sinceras, hasta que por fin se detuvo.
—¡Tienes pelotas, Kisho-san! Me gusta eso —admitió, propinándole una fuerte palmada en el hombro al Hyuuga—. Ay, ay... —volvió a carcajearse—. La puta madre, esto ha sido demasiado bueno.
El Uchiha se limpió una lagrimilla solitaria que le había salido en el ojo derecho y recobró la compostura. Entonces, adoptando un semblante más serio, comentó con aire indiferente.
—Pasa y resulta que ahora creo que has sido tú el que nos ha traído hasta aquí —el jōnin se llevó una mano al mentón, pensativo—. ¿Quizás el truco te funciona con los civiles, que no tienen ni idea de lo que es el chakra, o el Byakugan?
Los ojos del jōnin se abrieron de par en par, como sendas farolas de aceite, cuando aquel genin les dijo que para hacer funcionar su Byakugan necesitaría cobrarles una pequeña cuota. «Hijoputa», pensó Akame, no sin cierta guasa, y acto seguido rompió a reír al mismo tiempo que lo hacía Etsu.
Akame prolongó sus carcajadas, no tan estruendosas como las del Inuzuka pero sí igualmente sinceras, hasta que por fin se detuvo.
—¡Tienes pelotas, Kisho-san! Me gusta eso —admitió, propinándole una fuerte palmada en el hombro al Hyuuga—. Ay, ay... —volvió a carcajearse—. La puta madre, esto ha sido demasiado bueno.
El Uchiha se limpió una lagrimilla solitaria que le había salido en el ojo derecho y recobró la compostura. Entonces, adoptando un semblante más serio, comentó con aire indiferente.
—Pasa y resulta que ahora creo que has sido tú el que nos ha traído hasta aquí —el jōnin se llevó una mano al mentón, pensativo—. ¿Quizás el truco te funciona con los civiles, que no tienen ni idea de lo que es el chakra, o el Byakugan?