17/05/2018, 18:58
El grito de Ayame fue fuerte. Tan fuerte y poderoso, que tumbó a aquel ser y lo arrojó contra la puerta metálica detrás de las escaleras.
« ¿Es un ninjutsu de voz? » — se preguntó Juro, para sí. Aunque no fuese el mejor momento ni el lugar, recordaría aquel poder, porque era aterrador.
Y al chocar contra la puerta, esta se abrió.
— Dios...
Juro observó la silueta que estaba colgada al techo. El cuerpo del ahorcado, ireconocible, cubierto por harapos y sangre seca. Estaba podrido, y claramente muerto. Juro contuvo las ganas de vomitar.
Las cuatro piezas se alzaron en el cielo y formaron una gran llave. Juro lo observó, boqueabierto. Una enorme pieza se formó y fue hacia la puerta, indicando que ya podían huir. Era el momento de escapar. Tenían al falso Jin y al verdadero, y todo parecía haber terminado.
Ayame gritó. Juro secundó la moción.
— ¡Vamonos!
Pero durante unos momentos, Ayame se volvió. Cogió el Kunai, y lo lanzó, en dirección a cortar la cuerda que unía al ahorcado. Lo que mantenía al ahorcado unido a la casa.
« Yo tampoco lo entiendo. No entiendo porque ha pasado esto, ni lo que te paso. Pero estoy con ella »
— Adios... — murmuró Juro. No supo si al hombre que les había intentado matar, a la casa, a la maldición, o a todo en general.
« ¿Es un ninjutsu de voz? » — se preguntó Juro, para sí. Aunque no fuese el mejor momento ni el lugar, recordaría aquel poder, porque era aterrador.
Y al chocar contra la puerta, esta se abrió.
— Dios...
Juro observó la silueta que estaba colgada al techo. El cuerpo del ahorcado, ireconocible, cubierto por harapos y sangre seca. Estaba podrido, y claramente muerto. Juro contuvo las ganas de vomitar.
Las cuatro piezas se alzaron en el cielo y formaron una gran llave. Juro lo observó, boqueabierto. Una enorme pieza se formó y fue hacia la puerta, indicando que ya podían huir. Era el momento de escapar. Tenían al falso Jin y al verdadero, y todo parecía haber terminado.
Ayame gritó. Juro secundó la moción.
— ¡Vamonos!
Pero durante unos momentos, Ayame se volvió. Cogió el Kunai, y lo lanzó, en dirección a cortar la cuerda que unía al ahorcado. Lo que mantenía al ahorcado unido a la casa.
« Yo tampoco lo entiendo. No entiendo porque ha pasado esto, ni lo que te paso. Pero estoy con ella »
— Adios... — murmuró Juro. No supo si al hombre que les había intentado matar, a la casa, a la maldición, o a todo en general.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60