1/06/2018, 16:06
Eri se puso tensa al oír el timbre, ya que no había hablado sobre cómo le iban a dar la sorpresa a Datsue, se dijo mentalmente en un momento de esperanza que podría ser solo Nabi, pero desechó la idea en cuanto pudo. Miró al cachorro que se encontraba tumbado sobre su sofá y lo tomó con cuidado y sin hacer ruido, pero el endemoniado perro comenzó a gimotear y a gruñir, así que celerosa se lo llevó a su cuarto y cerró la puerta.
«Que no ladre, que no ladre, que no ladre...» Pedía internamente de camino a abrir su puerta.
—¡Hola! —saludó a ambos ninjas una vez hubo abierto. Aquel día se encontraba vestida con su vestimenta habitual, solo que debajo de su túnica no llevaba camiseta interior y las botas no las llevaba puestas —. ¡Cuanto tiempo, Datsue! —saludó acercándose a él, sin embargo antes de abrazarle —no sabía por qué pero quería hacerlo, ya que le había echado de menos— dudó, pues tenía el cuerpo lleno de heridas —. ¿Estás bien? ¿Por qué tienes vendado el pecho? ¿Y esos moratones? ¿Has estado en alguna pelea últimamente? —cuestionó, mirándole de arriba a abajo.
Definitivamente, ese Datsue no parecía su Datsue.
«Que no ladre, que no ladre, que no ladre...» Pedía internamente de camino a abrir su puerta.
—¡Hola! —saludó a ambos ninjas una vez hubo abierto. Aquel día se encontraba vestida con su vestimenta habitual, solo que debajo de su túnica no llevaba camiseta interior y las botas no las llevaba puestas —. ¡Cuanto tiempo, Datsue! —saludó acercándose a él, sin embargo antes de abrazarle —no sabía por qué pero quería hacerlo, ya que le había echado de menos— dudó, pues tenía el cuerpo lleno de heridas —. ¿Estás bien? ¿Por qué tienes vendado el pecho? ¿Y esos moratones? ¿Has estado en alguna pelea últimamente? —cuestionó, mirándole de arriba a abajo.
Definitivamente, ese Datsue no parecía su Datsue.