6/09/2015, 17:07
Juro se sintió mejor cuando Kazuma empezó a hablar. No era bueno sentirse mejor por las desgracias ajenas, pero al menos, tampoco debería quejarse. Él estar entre personas que también han sufrido le hacía sentirse más cómodo. Les explico que su mayor miedo era volverse loco y arrepentirse del camino de su vida. A Juro la segunda no le pareció tan importante, pero no dijo nada.
Después, dijo que su peor recuerdo era ver quemada su casa. Juro se preguntó el porque de aquello, y trató de imaginar su casa así. Descartó el pensamiento rapidamente. También alegó que tenía dos personas preciadas, su maestro y su cuidadora.
Cuando Nabi comenzó a hablar, Juro supo que iba a ser importante. Lo sabía desde que le había visto comportarse así, tan callado, tan frió... Algo tenía que haberle pasado, estaba segurisimo.
Alegó que su mayor miedo era que en el mundo reinase la injusticia, es decir, que la justicia desapareciese, y que los propios kages se corrompiesen. Juro trato de imaginarlo, no era una visión muy agradable. También le contó su peor recuerdo, algo que le dejó bastante sorprendido. Les explicó que cinco chicos - él entre ellos - tuvieron que pelear ha muerte, y que finalmente, quedó él.
Todos guardaron silencio, mientras Juro nuevamente se preguntaba el porque. Pero calló. La personas más importante para Nabi era Eri, la pequeña chiquilla de pelo azul que conocía en la academia. A estas alturas del discurso, ya no le sorprendió que fuese alguien conocido.
Shiori observó a los tres chicos, sin articular palabra. Juro vió una frialdad más que notable en sus acciones.¿Le habría sorprendido alguna historia? Supuso que no, en su historial debía de figurar todo aquello, o al menos una versión resumida. Si había algo nuevo, lo disimulaba muy bien.
La sensei volvió a hablar, para explicarle el ejercicio. Debía de subirse a la pared, y dejarse caer. Los otros dos tenían que cogerle.
— De acuerdo — asintió, con toda la formalidad que pudo.
Juro fue el primero en hacerlo. Se levantó, entumecido y aún algo atontado por todo o que había escuchado, y se acercó a la pared de su izquierda, la más cercana. Acumulo chakra y se subió a ella, hasta llegar a la altura de tres metros, que más o menos calculó a ojo.
— ¡Voy a hacerlo! — avisó, sin volverse, esperando que sus compañeros ya estuviesen ahí.
"Les has contado secretos bastante importantes, puedes confiar en ellos" — pensó, mientras impedia que el chakra fluyese bajo sus pies.
A pesar de que no le gustaba, se dejó caer. Sintió su cuerpo bajar por la pequeña altura, mientras esperaba que no le dejasen caer....
Después, dijo que su peor recuerdo era ver quemada su casa. Juro se preguntó el porque de aquello, y trató de imaginar su casa así. Descartó el pensamiento rapidamente. También alegó que tenía dos personas preciadas, su maestro y su cuidadora.
Cuando Nabi comenzó a hablar, Juro supo que iba a ser importante. Lo sabía desde que le había visto comportarse así, tan callado, tan frió... Algo tenía que haberle pasado, estaba segurisimo.
Alegó que su mayor miedo era que en el mundo reinase la injusticia, es decir, que la justicia desapareciese, y que los propios kages se corrompiesen. Juro trato de imaginarlo, no era una visión muy agradable. También le contó su peor recuerdo, algo que le dejó bastante sorprendido. Les explicó que cinco chicos - él entre ellos - tuvieron que pelear ha muerte, y que finalmente, quedó él.
Todos guardaron silencio, mientras Juro nuevamente se preguntaba el porque. Pero calló. La personas más importante para Nabi era Eri, la pequeña chiquilla de pelo azul que conocía en la academia. A estas alturas del discurso, ya no le sorprendió que fuese alguien conocido.
Shiori observó a los tres chicos, sin articular palabra. Juro vió una frialdad más que notable en sus acciones.¿Le habría sorprendido alguna historia? Supuso que no, en su historial debía de figurar todo aquello, o al menos una versión resumida. Si había algo nuevo, lo disimulaba muy bien.
La sensei volvió a hablar, para explicarle el ejercicio. Debía de subirse a la pared, y dejarse caer. Los otros dos tenían que cogerle.
— De acuerdo — asintió, con toda la formalidad que pudo.
Juro fue el primero en hacerlo. Se levantó, entumecido y aún algo atontado por todo o que había escuchado, y se acercó a la pared de su izquierda, la más cercana. Acumulo chakra y se subió a ella, hasta llegar a la altura de tres metros, que más o menos calculó a ojo.
— ¡Voy a hacerlo! — avisó, sin volverse, esperando que sus compañeros ya estuviesen ahí.
"Les has contado secretos bastante importantes, puedes confiar en ellos" — pensó, mientras impedia que el chakra fluyese bajo sus pies.
A pesar de que no le gustaba, se dejó caer. Sintió su cuerpo bajar por la pequeña altura, mientras esperaba que no le dejasen caer....
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60