22/06/2018, 11:30
— Por cierto, escuché que tuviste algo que ver en que el despacho del Uzukage se convirtiese en un acuario. Solo por eso te perdono. Hay que tenerlos bien puestos para hacer algo así.
Ella frunció el ceño, ¿por qué no se había enterado de eso?
Aunque bueno, ahora la atención giraba entorno a Datsutse, el perro con nombre provisional que habían tomado de la perrera.
—Yo… Joder, ¡qué regalazo! —fueron las palabras que salieron de Datsue, y ella lo miró, entre apenada e ilusionada, mientras el perro movía su rabo de un lado a otro rítmicamente mientras le miraba—. ¡En serio! ¡No me lo esperaba para nada! ¿T-tiene nombre? —preguntó, y ella aguantó la respiración por unos instantes, ¿no sería mejor que le pusiese él el nombre? Sí, ahora que lo imaginaba, Datsutse le parecía un nombre horrible—. Aunque…
«¿Aunque...?»
—Chicos, os lo agradezco mucho, pero… Yo… No me lo merezco. Yo… Yo… He sido degradado a genin.
A Eri se le partió el alma, ¿cómo había sido eso? ¿Cuándo...? Por un momento recordó lo que Nabi había dicho. ¿Sería por inundar el edificio del Uzukage?
—Pero... —se atrevió a decir, acercándose a ambos chicos y sentándose al lado de Datsue —. ¿Cómo? ¿No subiste con Akame-san? ¿Por qué has bajado...? —preguntó, preocupada.
Ella frunció el ceño, ¿por qué no se había enterado de eso?
Aunque bueno, ahora la atención giraba entorno a Datsutse, el perro con nombre provisional que habían tomado de la perrera.
—Yo… Joder, ¡qué regalazo! —fueron las palabras que salieron de Datsue, y ella lo miró, entre apenada e ilusionada, mientras el perro movía su rabo de un lado a otro rítmicamente mientras le miraba—. ¡En serio! ¡No me lo esperaba para nada! ¿T-tiene nombre? —preguntó, y ella aguantó la respiración por unos instantes, ¿no sería mejor que le pusiese él el nombre? Sí, ahora que lo imaginaba, Datsutse le parecía un nombre horrible—. Aunque…
«¿Aunque...?»
—Chicos, os lo agradezco mucho, pero… Yo… No me lo merezco. Yo… Yo… He sido degradado a genin.
A Eri se le partió el alma, ¿cómo había sido eso? ¿Cuándo...? Por un momento recordó lo que Nabi había dicho. ¿Sería por inundar el edificio del Uzukage?
—Pero... —se atrevió a decir, acercándose a ambos chicos y sentándose al lado de Datsue —. ¿Cómo? ¿No subiste con Akame-san? ¿Por qué has bajado...? —preguntó, preocupada.