4/07/2018, 16:57
(Última modificación: 4/07/2018, 16:58 por Uzumaki Eri.)
Eri miró al Inuzuka con cara de reproche. Dudaba mucho que a Datsue, con su tan alto ego y orgullo; le sentaría bien lo que le acababa de decir, es más, ¿es que no tenía ni un poco de tacto? Por Shiona-sama que en paz descanse, así solo conseguirá capones.
Sin embargo, parecía que Datsue tenía otra idea en mente.
—Una sonrisa, ¿hmm? —Suspiró—. Está bien… Os lo mostraré.
Eri giró la cabeza, a modo de duda, sin embargo el Uchiha ya había comenzado con su plan. Un par de clones salieron de su sello y pronto se vieron envueltos en un Genjutsu, o eso imaginaba Eri, pues nunca había sido partícipe de uno —y la verdad es que pocas ganas tenía—, pero no dijo nada, simplemente se dejó llevar por la ilusión que Datsue les quería enseñar.
Pronto los tres parecieron volar cual pájaros libres de cualquier atadura, y aunque ella probablemente lo hubiera disfrutado, en esos momentos estaba demasiado confusa como para pensar en niñerías. «¿Dónde...?», no reconocería aquel sitio hasta que vio el gran estadio donde se había llevado a cabo el Torneo de los Dojos. La muchacha miró al Uchiha, sin comprender.
—Este es el dojo donde los shinobis de Ame se instalaron durante el torneo. Aquí empezó todo.
¿A qué se refería con que allí empezaba todo? Pero no le hizo falta preguntar, pues los tres atravesaron una puerta, y, dentro de la misma, había un baño de donde salían toda clase de sonidos bastante... Cariñosos. Eri no pudo evitar sonrojarse ante aquello, ¿qué quería mostrarles, pues?
—¿Os lo podéis imaginar? Mi primera vez, con la chica de mis sueños. Estaba saliendo todo tan perfecto… Pero entonces…
«Con que era él con otra chica... De Amegakure, por lo que veo... Bueno, oigo...»
Pero ahí no terminó la bonita historia —hasta ahora— que Datsue les relataba a través de la técnica ilusoria en la que estaban envueltos, ya que unos sonidos inundaron el lugar. Un par de golpes que pasaron desapercibidos por la pareja que estaba dándolo todo en el baño. Sin embargo, la persona no parecía darse por vencida, comenzando a dar todo tipo de golpes hasta que...
—¡¡¡¡AIKO-SAAAAAAAAAAAAAAN!!!!
Aquel chillido se hundió en lo más profundo de su ser, haciendo que se llevase ambas manos a los oídos. No se dio cuenta de que algo más que sus tímpanos había estallado, mientras intentaba sobrevivir a aquello aún sabiendo que era una burda mentira en su mente.
Sin embargo, parecía que Datsue tenía otra idea en mente.
—Una sonrisa, ¿hmm? —Suspiró—. Está bien… Os lo mostraré.
Eri giró la cabeza, a modo de duda, sin embargo el Uchiha ya había comenzado con su plan. Un par de clones salieron de su sello y pronto se vieron envueltos en un Genjutsu, o eso imaginaba Eri, pues nunca había sido partícipe de uno —y la verdad es que pocas ganas tenía—, pero no dijo nada, simplemente se dejó llevar por la ilusión que Datsue les quería enseñar.
Pronto los tres parecieron volar cual pájaros libres de cualquier atadura, y aunque ella probablemente lo hubiera disfrutado, en esos momentos estaba demasiado confusa como para pensar en niñerías. «¿Dónde...?», no reconocería aquel sitio hasta que vio el gran estadio donde se había llevado a cabo el Torneo de los Dojos. La muchacha miró al Uchiha, sin comprender.
—Este es el dojo donde los shinobis de Ame se instalaron durante el torneo. Aquí empezó todo.
¿A qué se refería con que allí empezaba todo? Pero no le hizo falta preguntar, pues los tres atravesaron una puerta, y, dentro de la misma, había un baño de donde salían toda clase de sonidos bastante... Cariñosos. Eri no pudo evitar sonrojarse ante aquello, ¿qué quería mostrarles, pues?
—¿Os lo podéis imaginar? Mi primera vez, con la chica de mis sueños. Estaba saliendo todo tan perfecto… Pero entonces…
«Con que era él con otra chica... De Amegakure, por lo que veo... Bueno, oigo...»
Pero ahí no terminó la bonita historia —hasta ahora— que Datsue les relataba a través de la técnica ilusoria en la que estaban envueltos, ya que unos sonidos inundaron el lugar. Un par de golpes que pasaron desapercibidos por la pareja que estaba dándolo todo en el baño. Sin embargo, la persona no parecía darse por vencida, comenzando a dar todo tipo de golpes hasta que...
—¡¡¡¡AIKO-SAAAAAAAAAAAAAAN!!!!
Aquel chillido se hundió en lo más profundo de su ser, haciendo que se llevase ambas manos a los oídos. No se dio cuenta de que algo más que sus tímpanos había estallado, mientras intentaba sobrevivir a aquello aún sabiendo que era una burda mentira en su mente.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)