7/07/2018, 13:22
Escuchó de nuevo a Datsue, con sus misterios aún rodeándole. Tomó su mano y volvió a volar, esta vez dejando el valle para adentrarse en Tane-Shigai. Ella había estado allí antes, con Juro y Nabi, si mal no recordaba. Allí había un pequeño parque en la cima de un gran árbol que desprendía olor a naturaleza por todas partes.
Allí, Datsue se encontraba junto a Ayame, hablando.
En ese momento ella notó como Datsue hacía algo a Ayame, le había sellado una técnica, sí, y eso la verdad es que no estaba bien... ¿Sellar técnicas dentro de gente? Eso podía ser muy peligroso, incluso se podía proclamar una guerra solo por ello, ¡estás tentando contra la vida de un compatriota de otra aldea, ni más ni menos!
Pero no fue solo eso, ya que en la ilusión, Datsue le ofrecía algo a Ayame, quien aceptó, tragando y tosiendo.
—¡¡¡¿¿¿QUÉ ME HAS HECHOOOOOOOOOOOO???!!!
Eri se volvió a tapar los oídos, claramente disgustada por la técnica de voz de Ayame. Luego escuchó como le chillaba más aún, incluso sin la técnica, acusándole de un montón de cosas que a Eri no le habían gustado en absoluto.
—¿Le metiste humo en un Brick? —preguntó, indignada, mirándole con reproche.
Pero todo lo que vino a partir de allí fue demasiado rápido para ella, caídas, clones, más caídas, bricks... Sonrisas macabras impensables para alguien como Ayame y...
—Deuda saldada.
Sin duda alguna, la pelirroja no entendía nada.
—Recopilando... Os encontrásteis aquí, le sellaste una técnica, cosa que me parece bastante cruel y posiblemente sea un atentado contra el Tratado de Paz, porque Ayame es de Amegakure... —enumeró, cruzándose de brazos —. La metes humo en un brick, y luego os caéis... Bueno, tu clon, que se ha dejado el cuello ahí.
Allí, Datsue se encontraba junto a Ayame, hablando.
En ese momento ella notó como Datsue hacía algo a Ayame, le había sellado una técnica, sí, y eso la verdad es que no estaba bien... ¿Sellar técnicas dentro de gente? Eso podía ser muy peligroso, incluso se podía proclamar una guerra solo por ello, ¡estás tentando contra la vida de un compatriota de otra aldea, ni más ni menos!
Pero no fue solo eso, ya que en la ilusión, Datsue le ofrecía algo a Ayame, quien aceptó, tragando y tosiendo.
—¡¡¡¿¿¿QUÉ ME HAS HECHOOOOOOOOOOOO???!!!
Eri se volvió a tapar los oídos, claramente disgustada por la técnica de voz de Ayame. Luego escuchó como le chillaba más aún, incluso sin la técnica, acusándole de un montón de cosas que a Eri no le habían gustado en absoluto.
—¿Le metiste humo en un Brick? —preguntó, indignada, mirándole con reproche.
Pero todo lo que vino a partir de allí fue demasiado rápido para ella, caídas, clones, más caídas, bricks... Sonrisas macabras impensables para alguien como Ayame y...
—Deuda saldada.
Sin duda alguna, la pelirroja no entendía nada.
—Recopilando... Os encontrásteis aquí, le sellaste una técnica, cosa que me parece bastante cruel y posiblemente sea un atentado contra el Tratado de Paz, porque Ayame es de Amegakure... —enumeró, cruzándose de brazos —. La metes humo en un brick, y luego os caéis... Bueno, tu clon, que se ha dejado el cuello ahí.