18/07/2018, 16:10
—Algo así. La carta que envió Yui contenía una técnica sellada. De ahí lo del acuario que decía Nabi. Cuando Hanabi me la entregó, el pergamino se activó, liberando un potente Suiton que nos alcanzó a los dos y rompió en pedazos el muro del despacho del Uzukage. Fue ahí cuando… Bueno, sí, cuando me degradó a Genin.
La muchacha asintió, aunque la Arashikage había entrado en su juego sellando otra técnica en un pergamino que podía parecer también un atentado contra el mismísimo Uzukage, pero no quiso decir nada, simplemente posó una mano en su hombro e intentó darle a entender que le apoyaba.
El Kage Bunshin se desvaneció y se vieron fuera de la técnica ilusoria de Datsue. Eri parpadeó varias veces, incapaz de sentirse bien con todo aquello.
—Y esa es la historia de como Uchiha Datsue el Intrépido volvió al último eslabón de la cadena alimenticia —concluyó.
Eri se sujetó el brazo derecho con la mano izquierda, cruzándola por delante de su pecho, un tanto incómoda. No podía decirle que se lo merecía, ya que sentía que Datsue no se lo merecía, pero sí se lo había ganado a pulso, y eso no le sentaría bien al Uchiha. «Menos mal que no es Yamanaka...»
El caso era que ahora se sentía mal por querer celebrar su ascenso cuando en verdad parecían celebrar su descenso. Así que se acercó tímidamente y le dio un pequeño abrazo rodeándole con ambas manos. No sabía bien qué decir, pero quería demostrarle que era su amiga y que le apoyaba.
—No te preocupes, volverás a ascender pronto, eres Datsue, el intrépido.
La muchacha asintió, aunque la Arashikage había entrado en su juego sellando otra técnica en un pergamino que podía parecer también un atentado contra el mismísimo Uzukage, pero no quiso decir nada, simplemente posó una mano en su hombro e intentó darle a entender que le apoyaba.
• • •
El Kage Bunshin se desvaneció y se vieron fuera de la técnica ilusoria de Datsue. Eri parpadeó varias veces, incapaz de sentirse bien con todo aquello.
—Y esa es la historia de como Uchiha Datsue el Intrépido volvió al último eslabón de la cadena alimenticia —concluyó.
Eri se sujetó el brazo derecho con la mano izquierda, cruzándola por delante de su pecho, un tanto incómoda. No podía decirle que se lo merecía, ya que sentía que Datsue no se lo merecía, pero sí se lo había ganado a pulso, y eso no le sentaría bien al Uchiha. «Menos mal que no es Yamanaka...»
El caso era que ahora se sentía mal por querer celebrar su ascenso cuando en verdad parecían celebrar su descenso. Así que se acercó tímidamente y le dio un pequeño abrazo rodeándole con ambas manos. No sabía bien qué decir, pero quería demostrarle que era su amiga y que le apoyaba.
—No te preocupes, volverás a ascender pronto, eres Datsue, el intrépido.