22/07/2018, 16:30
Eri, conciliadora, quiso disuadir cualquier tipo de venganza o de revancha. Además, como precisamente el examen Chuunin estaba cerca, le preguntó si no debería dejar de hacer de las suyas por un tiempo.
—Y lo haré —murmuró, con la boca pequeña—. Solo digo que creo en el karma, y que este a veces tiene formas curiosas de presentarse. —«Como una cagada en la cabeza», pensó, sin poder evitar desviar la mirada hacia Stuffy.
Nabi —el gran objetivo de su discurso—, no fue más esperanzador que la propia Eri. Si bien le guiñó un ojo en medio de su negativa que no supo muy bien cómo interpretar. ¿Acaso…?
—Y bueno, lo más importante... ¿Qué hacemos con él?
Datsue alzó una ceja, confuso. ¿Con él? ¿A quién se estaba refiriendo? Abrió la boca, pero Nabi se le adelantó, poniendo fin a sus dudas. Miró al chucho, que sin darse cuenta se había sentado a su derecha, restregando el lomo contra su pierna. Un perro bonito, sin duda. Con ambos ojos, como tenía que ser. Y parecía limpio, al contrario de…
Se dio cuenta de que todavía tenía la boca abierta y la cerró de golpe.
—Yo… Bueno, pues yo… —No negaría que alguna que otra vez había pensado comprarse uno para que le hiciese compañía. Pero, ¿con todo lo que se le venía encima? El Chunin, el rescate de Aiko… Por no hablar de los gastos. Ahora que era de nuevo genin no podría hacer misiones que diesen un sueldo de verdad—. De verdad que me encantaría, pero… ¡Es que soy un desastre! —exclamó, acudiendo a la típica excusa—. ¿Cada cuánto hay que sacarle a pasear? ¿Cada cuánto darle de comer? ¿Y el qué? ¿Y si se me olvida sacarle? ¿Y si me tengo que echar fuera una semana de misión? Yo… no tengo familia con quien dejarle… —«¡Eso es! ¡La culpa no es tuya, sino de la trágica vida que vives! Sí, perfecto. Ahora ellos mismos se darán cuenta de que no puede ser y no tendré que negarme a nada, ¡y Datsue el Quedabien ganará de nuevo! ¡MUAHAHAHA!»
—Y lo haré —murmuró, con la boca pequeña—. Solo digo que creo en el karma, y que este a veces tiene formas curiosas de presentarse. —«Como una cagada en la cabeza», pensó, sin poder evitar desviar la mirada hacia Stuffy.
Nabi —el gran objetivo de su discurso—, no fue más esperanzador que la propia Eri. Si bien le guiñó un ojo en medio de su negativa que no supo muy bien cómo interpretar. ¿Acaso…?
—Y bueno, lo más importante... ¿Qué hacemos con él?
Datsue alzó una ceja, confuso. ¿Con él? ¿A quién se estaba refiriendo? Abrió la boca, pero Nabi se le adelantó, poniendo fin a sus dudas. Miró al chucho, que sin darse cuenta se había sentado a su derecha, restregando el lomo contra su pierna. Un perro bonito, sin duda. Con ambos ojos, como tenía que ser. Y parecía limpio, al contrario de…
Se dio cuenta de que todavía tenía la boca abierta y la cerró de golpe.
—Yo… Bueno, pues yo… —No negaría que alguna que otra vez había pensado comprarse uno para que le hiciese compañía. Pero, ¿con todo lo que se le venía encima? El Chunin, el rescate de Aiko… Por no hablar de los gastos. Ahora que era de nuevo genin no podría hacer misiones que diesen un sueldo de verdad—. De verdad que me encantaría, pero… ¡Es que soy un desastre! —exclamó, acudiendo a la típica excusa—. ¿Cada cuánto hay que sacarle a pasear? ¿Cada cuánto darle de comer? ¿Y el qué? ¿Y si se me olvida sacarle? ¿Y si me tengo que echar fuera una semana de misión? Yo… no tengo familia con quien dejarle… —«¡Eso es! ¡La culpa no es tuya, sino de la trágica vida que vives! Sí, perfecto. Ahora ellos mismos se darán cuenta de que no puede ser y no tendré que negarme a nada, ¡y Datsue el Quedabien ganará de nuevo! ¡MUAHAHAHA!»
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado