Los intrépidos

[Uzumaki Eri]

Nabi había comenzado a descojonarse lo que no estaba escrito tras escuchar las palabras: Datsue, seguido de el cauto, ella había arqueado las dos cejas, pues no era ni de lejos el peor mote —o el menos creíble, sin duda— que su Uchiha amigo se había autoimpuesto.

—Ja, ja... jajajaja... Vale, ya... Ahora en serio, Datsue, no te metas en problemas. Quiero decir, en MÁS problemas. Y si te metes en problemas, que no haya ningún kage de por medio. Y sobretodo, nada de sacar bijuus a pasear.

—No confiáis en ello, ¿eh? Entonces no me quedará más remedio que demostrarlo con acciones. El tiempo lo dirá, mis queridos amigos. El tiempo lo dirá. —Eso esperaba ella, y, a poder ser; que fuese de verdad para bien—. Por lo pronto, pienso mantener un perfil bajo en el Chūnin. Muy bajo.

—Eso espero, Datsue; eso espero... Al menos compórtate como en el Torneo, que tampoco te luciste demasiado..., y viniendo de ti, eso fue preocupante —admitió ella, cruzándose de piernas—. Además, habría que centrarse en hacerlo bien y demostrar que valemos para el cargo.

—Oye, ¿qué me decís si la próxima misión la hacemos juntos? ¿Tras el Chūnin? ¡El trío intrépido de nuevo en acción! —La kunoichi se encogió de hombros y se llevó una mano al cuello, recordando cómo le fue la última vez—. Aunque os lo advierto, ¡no pienso aceptar una misión por debajo del rango B!

—Por mí vale... No tengo ningún problema pero... ¿De rango B? ¡Si ni si quiera sabemos si vamos a ascender a rango Chūnin! —exclamó ella, nerviosa —. Y Nabi ni se ha presentado... Podría salir o muy bien, o muy mal.

Pero debía reconocer que ganas tenía, la verdad.