30/08/2018, 18:15
(Última modificación: 30/08/2018, 18:16 por Inuzuka Nabi. Editado 1 vez en total.)
Hanabi estaba al borde de necesitar una tercera camilla en aquella habitación, eso o un ataúd para el Uchiha. Dejó que el chico se desahogara y, entonces, y solo entonces, hablaría. Tras tomar un par de largas y profundas bocanadas de aire.
— Datsue, ¿ves eso? — subió la persiana por completo y la luz cegó al jinchuriki, cuando se acostumbrara a la intensidad adicional podría ver unos cuantos edificios y el cielo, desde su posición no veía mucho más — Bueno, eso es una pequeña parte de la villa. Edificios con gente dentro, gente a mi cargo, como tú y como Akame. ¿Qué crees que hace una de esas personas cuando necesita algo de mi? ¿Espera que yo me entere por telepatía o por adivinación?
Esperó un momento para que Datsue atara cabos de lo que le estaba diciendo y volvió a dejar la persiana más baja.
— Ni un año, Datsue, ¡ni un año has aguantado! ¿Sabes que he estado haciendo yo este tiempo? Intentar que esto no se cayese a pedazos, que a muy poco estuvisteis de conseguirlo, y, por supuesto, ir detrás tuyo intentando que tus desventuras no llegasen a guerra. La muerte de Shiona, la muerte de Gouna y la muerte de Zoku. ¿Te puedes imaginar como estaba la villa cuando acabamos con Zoku? Esto era un hervidero de problemas, arreglabas uno y aparecían cinco más. Y ya no hablemos de la imagen que quedó de la villa a escala mundial. Llevo todo este tiempo intentando arreglarlo todo, gota a gota, hilo a hilo. Y aún así, aún así, cuando me llegó una carta hace unos días diciéndome que uno de mis JOUNIN, ¡JOUNIN!, Datsue, j-o-u-n-i-n, el más alto cargo por debajo de mi mismo, que uno de ellos se había dedicado a atosigar a genins de otra villa... — hizo una pausa para masajearse el puente de la nariz, más exasperado y cabreado de lo que había estado en toda su vida — Pero eso no es lo peor, lo peor es que en vez de reflexionar sobre lo que has hecho, me dices, con dos cojones, que yo os abandoné a ti y a Akame. ¿Cuando os negué ayuda? ¿Viniste a mi a pedirme algo y yo no te escuché? ¿Cuando, Datsue? ¿¡Cuando!?
Dejó la ventana y empezó a andar lentamente por la habitación intentando buscar una manera de expresarse sin perder los pocos nervios que le quedaban. Se paró de golpe, como si acabase de atar todos los cabos sueltos.
— Lo tuyo es de novela. Vienes con toda la felicidad a mi despacho, te regaño y te desciendo ante tu descaro y tu irresponsabilidad, además de tu falta de respeto y de altitud moral a la hora de interactuar con ninjas de otra villa, días después te enzarzas en una absurda pelea con tu hermano, dejas libre a tu bijuu y, encima, te haces la victima. Mira, da igual, hasta aquí hemos llegado. Esta es la linea, Datsue.
Entonces el tono cambió radicalmente, ya no había ni rastro de enfado, era un tono serio, mortalmente serio. Como si estuviese anunciando un funeral.
— Irás al examen de Chunin, pero cada noche vendrás aquí a dormir, Akame podrá hacer lo mismo, aquí os darán somníferos y podremos intentar controlar esas pesadillas e intentar erradicarlas. Para Akame será opcional, pero para ti no, tendrás que venir aquí a dormir cada día, si sales de la villa, tendrás que decirlo y decir a donde vas y cuanto vas a tardar. Te trataré como lo que me has demostrado ser, un niño pequeño, sin control ni responsabilidad. Cuando acabe el examen, volveremos a hablar de ello y si tienes alguna idea en mente o algún problema, me lo dirás. ¿Algo que añadir?
Parecía increíblemente cansado, pero le cansaba más lo que estaba por venir que lo que estaba ya hecho, porque tocaba anunciar que, como él había previsto, aquello no era un atentado ni un ataque de ningún tipo, nadie había atacado a Datsue ni a Akame más que ellos mismos. Con suerte conseguirían que el resto de villas no supieran nada y que ambos se recuperasen, con mucha suerte.
— Datsue, ¿ves eso? — subió la persiana por completo y la luz cegó al jinchuriki, cuando se acostumbrara a la intensidad adicional podría ver unos cuantos edificios y el cielo, desde su posición no veía mucho más — Bueno, eso es una pequeña parte de la villa. Edificios con gente dentro, gente a mi cargo, como tú y como Akame. ¿Qué crees que hace una de esas personas cuando necesita algo de mi? ¿Espera que yo me entere por telepatía o por adivinación?
Esperó un momento para que Datsue atara cabos de lo que le estaba diciendo y volvió a dejar la persiana más baja.
— Ni un año, Datsue, ¡ni un año has aguantado! ¿Sabes que he estado haciendo yo este tiempo? Intentar que esto no se cayese a pedazos, que a muy poco estuvisteis de conseguirlo, y, por supuesto, ir detrás tuyo intentando que tus desventuras no llegasen a guerra. La muerte de Shiona, la muerte de Gouna y la muerte de Zoku. ¿Te puedes imaginar como estaba la villa cuando acabamos con Zoku? Esto era un hervidero de problemas, arreglabas uno y aparecían cinco más. Y ya no hablemos de la imagen que quedó de la villa a escala mundial. Llevo todo este tiempo intentando arreglarlo todo, gota a gota, hilo a hilo. Y aún así, aún así, cuando me llegó una carta hace unos días diciéndome que uno de mis JOUNIN, ¡JOUNIN!, Datsue, j-o-u-n-i-n, el más alto cargo por debajo de mi mismo, que uno de ellos se había dedicado a atosigar a genins de otra villa... — hizo una pausa para masajearse el puente de la nariz, más exasperado y cabreado de lo que había estado en toda su vida — Pero eso no es lo peor, lo peor es que en vez de reflexionar sobre lo que has hecho, me dices, con dos cojones, que yo os abandoné a ti y a Akame. ¿Cuando os negué ayuda? ¿Viniste a mi a pedirme algo y yo no te escuché? ¿Cuando, Datsue? ¿¡Cuando!?
Dejó la ventana y empezó a andar lentamente por la habitación intentando buscar una manera de expresarse sin perder los pocos nervios que le quedaban. Se paró de golpe, como si acabase de atar todos los cabos sueltos.
— Lo tuyo es de novela. Vienes con toda la felicidad a mi despacho, te regaño y te desciendo ante tu descaro y tu irresponsabilidad, además de tu falta de respeto y de altitud moral a la hora de interactuar con ninjas de otra villa, días después te enzarzas en una absurda pelea con tu hermano, dejas libre a tu bijuu y, encima, te haces la victima. Mira, da igual, hasta aquí hemos llegado. Esta es la linea, Datsue.
Entonces el tono cambió radicalmente, ya no había ni rastro de enfado, era un tono serio, mortalmente serio. Como si estuviese anunciando un funeral.
— Irás al examen de Chunin, pero cada noche vendrás aquí a dormir, Akame podrá hacer lo mismo, aquí os darán somníferos y podremos intentar controlar esas pesadillas e intentar erradicarlas. Para Akame será opcional, pero para ti no, tendrás que venir aquí a dormir cada día, si sales de la villa, tendrás que decirlo y decir a donde vas y cuanto vas a tardar. Te trataré como lo que me has demostrado ser, un niño pequeño, sin control ni responsabilidad. Cuando acabe el examen, volveremos a hablar de ello y si tienes alguna idea en mente o algún problema, me lo dirás. ¿Algo que añadir?
Parecía increíblemente cansado, pero le cansaba más lo que estaba por venir que lo que estaba ya hecho, porque tocaba anunciar que, como él había previsto, aquello no era un atentado ni un ataque de ningún tipo, nadie había atacado a Datsue ni a Akame más que ellos mismos. Con suerte conseguirían que el resto de villas no supieran nada y que ambos se recuperasen, con mucha suerte.