28/12/2018, 21:53
—Por esa razón —continuó Soroku, tras coger un poco de aire—. no necesitamos la inestimable ayuda de un gran ninja. No pueden haber shinobis involucrados, pues rompería nuestras normas. Ya sería un agravio suficiente a los Señores del Hierro que un uzujin conozca la morada del descendiente de uno de los cinco ancestros, ¿verdad, Yuunisho?
El Herrero asintió, en silencio.
—Nos contaba Soroku-dono que en tus ratos libres, creabas. Se le oyó jodidamente suspicaz cuando hablaba de tus intentos de invención. ¿Es cierto eso, pequeño mocoso? ¿que de no haber sido ninja, te habrías dedicado a la herrería?
El Herrero asintió, en silencio.
—Nos contaba Soroku-dono que en tus ratos libres, creabas. Se le oyó jodidamente suspicaz cuando hablaba de tus intentos de invención. ¿Es cierto eso, pequeño mocoso? ¿que de no haber sido ninja, te habrías dedicado a la herrería?