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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#33
Soroku cerró los ojos y quiso —aunque no lo llegó a hacer—. frotarse el entrecejo con ensañamiento. Pero temía que las dubitativas de Datsue, a cada cual, más comprometedoras una de la otra; acabaran con él peinándose tanto la única fuente de pelo que tenía en el rostro que al final iba también a quedarse sin cejas.

Soltó un respingo y obvió, evidentemente, la primera insinuación. Ya sobre lo otro tenía qué decir.

—La posición la heredará la única que parece estar interesada en ello. Kitana ama el oficio tanto como su madre y se está preparando para tomar las responsabilidades algún día. Urami, en cambio, parece no haber nacido con ese eslabón genético particular para la Herrería. Respecto a la fortuna, ambas tienen su cuota parte asegurada. No es mucho, pero lo suficiente. Las familias de los antiguos Señores de Hierro no eran gente acaudalada, Datsue. Nunca lo fueron. Respecto a Furune, es un tipo que tiene todos los privilegios ya merecidamente ganados. Nahana confía en él plenamente para todo. ¿Arriesgaría eso? ¿y porqué, exactamente? ¿Acaso de alguno de esos tres lo haría?

»No lo sé, Datsue, no lo sé. Por eso esta misión es primordial. Porque ahí, en el tablero de juego, las únicas tres fichas con acceso al Templo no tienen ninguna razón de peso como para querer ver muerta a su madre. Pero cada cabeza es un mundo, ¿cierto? tan sólo hay que explorarlos.
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Mensajes en este tema
RE: La penumbra de Lady Tākoizu - por Umikiba Kaido - 2/01/2019, 00:35


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