(B) La penumbra de Lady Tākoizu

[Umikiba Kaido]

—Me secuestraron cuando era un crío. —oh, ese inciso estaba bien. "cuando era un crío, como si ahora nadie fuera capaz de hacerlo—. Sonará a broma, pero el sitio en cuestión se llamaba el Cañón del Secuestrado. Nos pillaron a mí y a mi compañera, para pedir un rescate y…

»Ella no sobrevivió.

Una ligera brisa, fría, les azotó de pronto y silvó, creando un eco apenas audible. Los vientos entre los acantilados a veces se arremolinaban buscando una salida y creaban ese tipo de efectos auditivos.

—Mi sentido pésame —respondió—. he oído hablar de ese lugar. No estaba muy lejos de donde pasamos —dijo lacónico, aunque luego se arrepintió de comentarlo—. lo cierto es que Tsuchi no Kuni tiene muchos cañones en los que impera la ley de lo descarriados. El paisaje se presta para ello y pocos se interesan en atacar con mano dura a las fechorías que se cometen en ciertos tramos de las rutas. Mientras en Notsuba vaya todo viento en popa, tú sabes. Eso es lo que diferencia a nuestro País del resto. Somos más solidarios. Nuestros pueblos se aprecian los unos a los otros.