Este foro utiliza cookies
Este foro utiliza cookies para guardar tu información de inicio de sesión si estás registrado, y tu última visita si no lo estás. Las cookies son pequeños documentos de texto guardados en tu ordenador; las cookies establecidas por este foro sólo pueden ser utilizadas en este mismo sitio y no poseen riesgos de seguridad. Las cookies de este foro también llevan un registro de los temas que has leído y cuándo fue la última vez que los leíste. Los administradores NO tienen acceso a esta información, sólo TU NAVEGADOR. Por favor confirma si aceptas el establecimiento de estas cookies.

Se guardará una cookie en tu navegador sea cual sea tu elección para no tener que hacerte esta pregunta otra vez. Podrás cambiar tus ajustes sobre cookies en cualquier momento usando el link en el pie de página.
Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#77
Los peregrinos del Remolino ascendieron por los veintiocho escalones y cruzaron el arco de ébano. Fue entonces cuando realmente se encontraron en la verdadera cima de aquella montaña, que curiosamente, no era sino una de tamaño medio en relación a las otras tantas formaciones que la rodeaban. ¿Por qué el Templo del Hierro había sido construido ahí, entonces? porque el acceso era imposible para aquellos que conocieran los accesos correctos y los puentes adecuados. Porque las montañas aledañas servían de protección natural, como bien lo hacía la zanja que rodeaba a la Aldea de la Hierba, por ejemplo. Y porque aquella cima había sido elegida por el primero de los Tākoizu. El firmante del tratado del Estandarte. El primero de los primeros, en la Roca. Una marea de musgo cubrió la vista de los visitantes, que pisaron una enmarañada red de raíces que se extendían por todo el suelo hasta adentrarse, finalmente, en el corazón del Templo.

Se trataba de una coraza gigante de concreto construida en la cima. La entrada estaba compuesta por una gran plaza encerada con cerámica y piedra caliza, en cuyo centro yacía una enorme estatua de un hombre fornido y de aspecto fútil, que posaba como si estuviera a punto de ir a la guerra. En una mano sostenía un hacha, y la otra vestía su propio puño. Daba la sensación de que aquel hombre, en vida, era tan duro como lo era ahora estando totalmente vestido de piedra.

Los tallados del rostro mostraban facciones bañadas en furia. Dos largos bigotes caían a nivel de su pecho.

Él era quien daba la bienvenida a los aposentos que se encontraban tras sí. La fortaleza estaba construida de ladrillo adobe y los techos de tejas blancas. Algo de nieve adornaba unas cuántas de ellas.

—Bienvenido a tu nuevo hogar, Gūzen-kun.
Responder


Mensajes en este tema
RE: (B) La penumbra de Lady Tākoizu - por Umikiba Kaido - 11/01/2019, 03:05


This forum uses Lukasz Tkacz MyBB addons.