11/01/2019, 03:53
(Última modificación: 11/01/2019, 04:11 por Umikiba Kaido. Editado 1 vez en total.)
Una voz le interrumpió la reverencia, sin embargo.
—Ha traído a uno educado. Esa es nueva, Soroku-san —la voz provenía del pasillo principal, donde un hombre de metro setenta y cinco, ligeramente encorvado y con el cabello marrón capuchino, rizado, les saludaba. Vestía un anorak gris, pantalones oscuros y botas de trabajo. Tenía una barba de tres días cubriéndole el rostro y sus ojos rasgados de color avellana les observaba a ambos con añoranza—. ¿qué tal ha estado el viaje? ¿habéis tenido una escalada tranquila? últimamente han estado ocurriendo muchos derrumbes. Lamentamos no haber podido avisarle.
—Ha traído a uno educado. Esa es nueva, Soroku-san —la voz provenía del pasillo principal, donde un hombre de metro setenta y cinco, ligeramente encorvado y con el cabello marrón capuchino, rizado, les saludaba. Vestía un anorak gris, pantalones oscuros y botas de trabajo. Tenía una barba de tres días cubriéndole el rostro y sus ojos rasgados de color avellana les observaba a ambos con añoranza—. ¿qué tal ha estado el viaje? ¿habéis tenido una escalada tranquila? últimamente han estado ocurriendo muchos derrumbes. Lamentamos no haber podido avisarle.