13/01/2019, 22:14
El temple de Urami mutó a uno más hostil, tras la negación de Datsue. Palmó la tostada que cogió Datsue y prácticamente se la abofeteó de las manos. Irritada, se dio vuelta y abandonó la cocina.
Una de las cocineras rió por lo bajo y se le quedó mirando al muchacho.
—No, no llevan, joven. Y ... haría bien en no enojar a la señorita. Puede ser muy perjudicial para usted.
Una de las cocineras rió por lo bajo y se le quedó mirando al muchacho.
—No, no llevan, joven. Y ... haría bien en no enojar a la señorita. Puede ser muy perjudicial para usted.