16/01/2019, 15:41
Parecía que los tres genins (más uno) estaban listos para emprender la búsqueda. Kumoko suspiró, satisfecha, pero se interrumpió.
—¿Saben? Esperen un momentito, hermanitos perritos... —Fue una última vez a un cajón cerca del mostrador, buscó una servilleta de papel en el mueble y envolvió muy cuidadosamente en ella algo que había sacado de allí. Si se abría la servilleta, se vería una única hojuela vegetal. Su olor era bastante suave, ligeramente dulce con un toque amargo —. Creo que les puedo dar un poquitín de taidonka para que rastreen, pero tendrán que traerme tres flores, no dos. ¡Bieeen! Espero su retorno, entonces. ¡Cuidado con mis plantas! Tengan un buen día, pequeños. ¡Saluden a Komachi-sama de mi parte!
Taitama Kumoko los despidió agitando flojamente una mano.
Los cuatro chicos salieron de la tienda entonces y se apresuraron a regresar con Komachi, quien seguía fumando con suma tranquilidad en la puerta del aldea. La mujer le dirigió una buena mirada a Akane, quien se encontraba en forma humana, y se encogió de hombros. Ella conocía las capacidades de los Inuzuka, al menos de manera superficial.
—¿Están listos, chicos? —preguntó entre blanquecinas nubecitas de humo, mas no esperó respuesta —. Espero que sí. ¡Bien! Esta es una misión oficial, pero quisiera pedirles un favor. Algo extraoficial.
De manera similar a cuando le entregó la dirección a Etsu, la pelirroja sacó de su cinto una bolsita de cuero, de casi la mitad de tamaño que las que les había dado Kumoko, y se la entregó a Ranko.
—Posiblemente Taitama-san les encargó unas hojitas amarillas de olor gracioso. ¿Serían tan amables de traerme un poco también? —Les guiñó un ojo y soltó una risita. Habiendo anotado las características de las plantas, Kazuma recordaría que se refería a las baiko —. La misión en sí no tiene límite de tiempo, pero obviamente no se pasarán dos semanas buscando hierbas. ¡Andando! ¡No solo porque sea una encomienda "sencilla" significa que es nada! ¡Esfuércense, Hanamura-san, Inuzuka-san, Ran-chan!
Ranko se sonrojaba y bajaba la mirada más cada vez que alguien se refería a ella de manera cariñosa, pues consideraba que podría ser incómodo para el resto. La chica esperaría a que Kazuma, Etsu y Akane se pusieran en marcha, para ir tras de ellos.
—¿Saben? Esperen un momentito, hermanitos perritos... —Fue una última vez a un cajón cerca del mostrador, buscó una servilleta de papel en el mueble y envolvió muy cuidadosamente en ella algo que había sacado de allí. Si se abría la servilleta, se vería una única hojuela vegetal. Su olor era bastante suave, ligeramente dulce con un toque amargo —. Creo que les puedo dar un poquitín de taidonka para que rastreen, pero tendrán que traerme tres flores, no dos. ¡Bieeen! Espero su retorno, entonces. ¡Cuidado con mis plantas! Tengan un buen día, pequeños. ¡Saluden a Komachi-sama de mi parte!
Taitama Kumoko los despidió agitando flojamente una mano.
Los cuatro chicos salieron de la tienda entonces y se apresuraron a regresar con Komachi, quien seguía fumando con suma tranquilidad en la puerta del aldea. La mujer le dirigió una buena mirada a Akane, quien se encontraba en forma humana, y se encogió de hombros. Ella conocía las capacidades de los Inuzuka, al menos de manera superficial.
—¿Están listos, chicos? —preguntó entre blanquecinas nubecitas de humo, mas no esperó respuesta —. Espero que sí. ¡Bien! Esta es una misión oficial, pero quisiera pedirles un favor. Algo extraoficial.
De manera similar a cuando le entregó la dirección a Etsu, la pelirroja sacó de su cinto una bolsita de cuero, de casi la mitad de tamaño que las que les había dado Kumoko, y se la entregó a Ranko.
—Posiblemente Taitama-san les encargó unas hojitas amarillas de olor gracioso. ¿Serían tan amables de traerme un poco también? —Les guiñó un ojo y soltó una risita. Habiendo anotado las características de las plantas, Kazuma recordaría que se refería a las baiko —. La misión en sí no tiene límite de tiempo, pero obviamente no se pasarán dos semanas buscando hierbas. ¡Andando! ¡No solo porque sea una encomienda "sencilla" significa que es nada! ¡Esfuércense, Hanamura-san, Inuzuka-san, Ran-chan!
Ranko se sonrojaba y bajaba la mirada más cada vez que alguien se refería a ella de manera cariñosa, pues consideraba que podría ser incómodo para el resto. La chica esperaría a que Kazuma, Etsu y Akane se pusieran en marcha, para ir tras de ellos.
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