19/01/2019, 18:21
Urami sonrió sombría ante la negativa de Datsue. No podía no ser alguien, si entre sueños la nombrabas con la añoranza de un Dios que cae a la tierra y pierde su lugar en lo más alto del olimpo.
—Son pasadas las tres. Yo... yo quise venir a disculparme, por cómo te traté esta mañana. Te iba a despertar pero balbuceabas entre sueños y... —se recompuso en la cama y se acercó un poco más a Datsue—. ¿una pesadilla?
—Son pasadas las tres. Yo... yo quise venir a disculparme, por cómo te traté esta mañana. Te iba a despertar pero balbuceabas entre sueños y... —se recompuso en la cama y se acercó un poco más a Datsue—. ¿una pesadilla?