20/01/2019, 01:44
(Última modificación: 20/01/2019, 01:45 por Umikiba Kaido.)
El temple de Soroku se cargó de dubitativa, así lo delataba su rostro. ¿Furune, celoso? ¿Datsue le había visto colarse en la recámara de su maestra, y amante?
—¿De dónde sacaste eso? —preguntó, entendiendo las insinuaciones de su pupilo—. Nahana es como una hija para Furune. O esa es la apreciación que me ha dado todos estos años. Aunque... —calló, en súbito, como si se hubiera percatado de algo en concreto—. ahora que lo mencionas, sí, siempre duerme fuera cuando vengo de visita, en una cabaña que está al paso de la montaña, no muy lejos de aquí. Lo entendía como que elegía descansar fuera del Templo para darse un respiro de sus responsabilidades, que no eran —ni son—. pocas, desde luego. Espera, ¿cómo lo sabes? lo de...
Le miró a los ojos y sonrió.
—Ni se te ocurra mencionárselo a nadie. Es un secreto a voces, pero Lady Tākoizu es bastante delicada con su privacidad. ¿Está claro?
—¿De dónde sacaste eso? —preguntó, entendiendo las insinuaciones de su pupilo—. Nahana es como una hija para Furune. O esa es la apreciación que me ha dado todos estos años. Aunque... —calló, en súbito, como si se hubiera percatado de algo en concreto—. ahora que lo mencionas, sí, siempre duerme fuera cuando vengo de visita, en una cabaña que está al paso de la montaña, no muy lejos de aquí. Lo entendía como que elegía descansar fuera del Templo para darse un respiro de sus responsabilidades, que no eran —ni son—. pocas, desde luego. Espera, ¿cómo lo sabes? lo de...
Le miró a los ojos y sonrió.
—Ni se te ocurra mencionárselo a nadie. Es un secreto a voces, pero Lady Tākoizu es bastante delicada con su privacidad. ¿Está claro?