24/01/2019, 00:57
Ambos se detuvieron frente al Toro en llamas. Datsue sintió en el rostro una ola de calor abrupta y abrumadora. Aquellas candelas vibraban a cientos y cientos de grados centígrados, auspiciados por el constante viento de las altas montañas.
—Bien, ahora es tiempo de demostrarlo.
Se dio vuelta y empezó a caminar, sola, hacia la bajada de la colina por donde habían llegado.
—Frente a ti hay un hacha, símbolo solemne del Estandarte, creada por mí. Replícala, tienes hasta el mediodía.
—Bien, ahora es tiempo de demostrarlo.
Se dio vuelta y empezó a caminar, sola, hacia la bajada de la colina por donde habían llegado.
—Frente a ti hay un hacha, símbolo solemne del Estandarte, creada por mí. Replícala, tienes hasta el mediodía.