13/10/2015, 04:30
La reacción de aquellos condenados a limpiar la pared fue justo lo que esperaba. Una frialdad y enojo injustificados por parte del Uchiha, y una calidez y ánimo desbordantes por parte del Eikyu. De alguna manera se sentía entre una cosa o la otra, y por alguna extraña razón aquello parecía denotar un equilibrio difícil de comprender.
Quizás la manera de ser de los tres era el complemento que el equipo necesitaba para funcionar.
«Cielos, no pensé que me fuera a sentir culpable, pero la verdad se ven un poco cansados» —Imagino él, mientras veía a sus compañeros.
El joven dio algunos pasos para acercarse a donde estaban sus compañeros, después de todo necesitaba hablarles acerca de lo acontecido. De momento sentía un leve ardor en la garganta, aunque al tener su olfato bloqueado no podía llegar a saber que se trataba de aquel líquido rosado, un limpiador que resultaba algo fuerte para alguien que recién estuvo a punto de asfixiarse.
—Sí, me encuentro bien —respondió a Juro—. La enfermera se encargo de recomponerme, aunque me advirtió que debería llevar las cosas con calma durante unos días.
Tocio un poco y su cuerpo se encorvo mientras.
—La sensei me encargo que les informara de dos cosas —aseguro con un tono de voz un poco ronco.
—La primera: Me dijo que su nombre es Kureji Shiori, y aunque no entiendo muy bien porque, me dijo que nos dirigiésemos a ella como Kureji-sensei.
—La segunda: Me dijo que estuviéramos atentos a su aviso, ya que para nuestra siguiente reunión tendríamos que realizar una misión en equipo.
—Eso es todo… Bueno me dijo que podría irme si quería, pero creo que prefiero esperar a que ustedes terminen con eso.
Habiendo cumplido con su rol de mensajero, al joven de cabellos blancos solo le quedaba esperar la reacción de sus compañeros.
Quizás la manera de ser de los tres era el complemento que el equipo necesitaba para funcionar.
«Cielos, no pensé que me fuera a sentir culpable, pero la verdad se ven un poco cansados» —Imagino él, mientras veía a sus compañeros.
El joven dio algunos pasos para acercarse a donde estaban sus compañeros, después de todo necesitaba hablarles acerca de lo acontecido. De momento sentía un leve ardor en la garganta, aunque al tener su olfato bloqueado no podía llegar a saber que se trataba de aquel líquido rosado, un limpiador que resultaba algo fuerte para alguien que recién estuvo a punto de asfixiarse.
—Sí, me encuentro bien —respondió a Juro—. La enfermera se encargo de recomponerme, aunque me advirtió que debería llevar las cosas con calma durante unos días.
Tocio un poco y su cuerpo se encorvo mientras.
—La sensei me encargo que les informara de dos cosas —aseguro con un tono de voz un poco ronco.
—La primera: Me dijo que su nombre es Kureji Shiori, y aunque no entiendo muy bien porque, me dijo que nos dirigiésemos a ella como Kureji-sensei.
—La segunda: Me dijo que estuviéramos atentos a su aviso, ya que para nuestra siguiente reunión tendríamos que realizar una misión en equipo.
—Eso es todo… Bueno me dijo que podría irme si quería, pero creo que prefiero esperar a que ustedes terminen con eso.
Habiendo cumplido con su rol de mensajero, al joven de cabellos blancos solo le quedaba esperar la reacción de sus compañeros.