30/01/2019, 19:29
Hanabi fue recibido por un sorprendido Datsue que... ¿Vestía ropa de deporte?
—Vaya, Datsue, ¿te vas a entrenar tan temprano? ¡Qué alegría, veo que te estás apli...! ¡Oh, oh! ¡Uo! —Le sorprendió el perro, claro. Datsue no tenía la pinta de ser tan amante de los animales como para tener una mascota. El hombre se agachó y acarició al animal afablemente—. ¡Tranquilo, tranquilo! No lo cojas, me gustan los perros. Oye, ¿le has puesto a tu perro Datsuse? —Era tan... tan... tan Datsue.
—¿Q-quiere pasar, Hanabi-sama? —preguntó Datsue, evidentemente preocupado por ver por dónde se había roto el saco de las Intrépidas Peripecias de Uchiha Datsue esta vez. Pero Hanabi no había ido hasta allí para eso.
—Si me concedes un buen rato para hablar en serio sobre un... asunto, pasaré. ¿Podemos hablar, Datsue?
—Vaya, Datsue, ¿te vas a entrenar tan temprano? ¡Qué alegría, veo que te estás apli...! ¡Oh, oh! ¡Uo! —Le sorprendió el perro, claro. Datsue no tenía la pinta de ser tan amante de los animales como para tener una mascota. El hombre se agachó y acarició al animal afablemente—. ¡Tranquilo, tranquilo! No lo cojas, me gustan los perros. Oye, ¿le has puesto a tu perro Datsuse? —Era tan... tan... tan Datsue.
—¿Q-quiere pasar, Hanabi-sama? —preguntó Datsue, evidentemente preocupado por ver por dónde se había roto el saco de las Intrépidas Peripecias de Uchiha Datsue esta vez. Pero Hanabi no había ido hasta allí para eso.
—Si me concedes un buen rato para hablar en serio sobre un... asunto, pasaré. ¿Podemos hablar, Datsue?