4/02/2019, 23:03
¿Movimientos bruscos que le hicieron encogerse? Check. ¿Malhabladurías varias? Check. ¿Risas histéricas? Check. ¿Gritos? Oh, doble check. Hanabi aguantó todas y cada una de las manifestaciones de alegría —según tu punto de vista, podías considerarlas o bien de eso o de demencia— de Datsue. Como si la Tormenta de Yui estuviera actuando, ignoró durante un largo rato, hasta que le fue oportuno intervenir. Había escuchado algo sobre un shinobi de Amegakure que intentó meter gresca; eso le interesaba, desde luego, pero dadas las circunstancias Datsue no iba a permitirle cambiar de asunto. Decidió dejarlo para otro momento.
—Datsue-kun —dijo, calmado, despacio—, me has prometido una taza de té. —Señaló a la cocina—. Sé que estás... pletórico. Pero no vas a ver a Aiko hasta que terminemos de hablar del cómo. De modo que te sugiero que te sientes conmigo tranquilamente. Antes de que acabe la tarde, podrás estar con ella. ¿Me harás este favor?
—Datsue-kun —dijo, calmado, despacio—, me has prometido una taza de té. —Señaló a la cocina—. Sé que estás... pletórico. Pero no vas a ver a Aiko hasta que terminemos de hablar del cómo. De modo que te sugiero que te sientes conmigo tranquilamente. Antes de que acabe la tarde, podrás estar con ella. ¿Me harás este favor?