Este foro utiliza cookies
Este foro utiliza cookies para guardar tu información de inicio de sesión si estás registrado, y tu última visita si no lo estás. Las cookies son pequeños documentos de texto guardados en tu ordenador; las cookies establecidas por este foro sólo pueden ser utilizadas en este mismo sitio y no poseen riesgos de seguridad. Las cookies de este foro también llevan un registro de los temas que has leído y cuándo fue la última vez que los leíste. Los administradores NO tienen acceso a esta información, sólo TU NAVEGADOR. Por favor confirma si aceptas el establecimiento de estas cookies.

Se guardará una cookie en tu navegador sea cual sea tu elección para no tener que hacerte esta pregunta otra vez. Podrás cambiar tus ajustes sobre cookies en cualquier momento usando el link en el pie de página.
Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
Al otro lado, al... otro extremo de Oonindo, un hombre desolado y angustiado apretaba los puños mientras oía la voz que emergía del sello. Las piernas le temblaban. La cara y su quemadura, por primera vez en mucho tiempo, le ardía. Le ardía de rabia e impotencia. De la más pura ira.

Soroku gritó al cielo nocturno. Los Herreros presenció el rugido gutural de un león al que le arrebatan a sus cachorros.

Y sin poder hacer absolutamente nada. Sólo sintiendo. Sólo pensando.

«Por favor Datsue, por lo que más quieras... Sálvalas.»

. . .

El rostro de Urami era el de un fanático de la historia ninja tratando de entender los pasajes de Rikudou Sennin. Lo único verídico y natural fue el palpable miedo que poseyó su cuerpo y mente en cuanto escuchó el mensaje de Datsue para Soroku. Toda su vida estaba en peligro. Su madre, su hermana... el legado del que tanto había tratado de huir.

Por primera vez en mucho tiempo realmente se sentía como una Tākoizu. Una mala elección, dada la situación.

. . .

Formas de quitarle una borrachera a alguien, versión Datsue: soltándole la posibilidad de que maten a su madre.

—No me jodas, Gūzen. No me jodas —estaba claro, al principio no lo creyó del todo—. espera, ¿hablas en serio?... como es que tú... ¿dónde está Urami? ¡OH DIOS, MI MADRE, OH DIOS!

Pánico. El más puro pánico la invadió.

Mal para Datsue el bunshin. Ahora tendría que llevar a otra jodida mujer en crisis a cuestas.
Responder


Mensajes en este tema
RE: (B) La penumbra de Lady Tākoizu - por Umikiba Kaido - 9/02/2019, 23:57


This forum uses Lukasz Tkacz MyBB addons.