10/02/2019, 23:57
Hanabi le observó con calma. Datsue le había dicho muchas otras veces que estaría a la altura de lo que debía ser uno de sus ninjas, y creía que con aquél movimiento había acabado de ganárselo, pero el muchacho era impredecible. De todas formas, ¿qué otra alternativa le quedaba que confiar en los suyos? Al menos sí había demostrado en otras muchas ocasiones preocuparse de sus compañeros. Y eso era todo lo que importaba.
Esos vínculos atarían a Datsue a Uzushiogakure.
—¿Se sabe algo más sobre los Generales? ¿Y Yubiwa? —preguntó el Uchiha.
—De los Generales nada, por desgracia. —Suspiró. Odiaba reconocer que seguían siendo toda una incógnita—. Al menos con ese dichoso teléfono de los amejin, en cuanto alguien sepa algo lo podrá transmitir al resto. Respecto a Yubiwa... —Cerró los ojos un momento, y luego le miró. Aquella noche, estuvo a punto de irse con él. Eso todavía era una espinita clavada. Pero al menos le contó toda la verdad, y eso viniendo de Datsue era... decir mucho. Bueno, últimamente, se estaba portando. Sintió un poco de orgullo prudente—. Nada que no sepamos, tampoco. Lo hemos puesto en el Libro Bingo las tres aldeas, y Kenzou, por lo que sé, anda buscándolo desesperadamente. Fue su mano derecha. Es una traición bastante importante —señaló—. Oye, y a propósito de ese amejin que fue a buscar gresca contigo. ¿Quién era? Ese tipo de comportamientos son inaceptables. Tendré que informar a Yui para que se lo deje bien claro.
Esos vínculos atarían a Datsue a Uzushiogakure.
—¿Se sabe algo más sobre los Generales? ¿Y Yubiwa? —preguntó el Uchiha.
—De los Generales nada, por desgracia. —Suspiró. Odiaba reconocer que seguían siendo toda una incógnita—. Al menos con ese dichoso teléfono de los amejin, en cuanto alguien sepa algo lo podrá transmitir al resto. Respecto a Yubiwa... —Cerró los ojos un momento, y luego le miró. Aquella noche, estuvo a punto de irse con él. Eso todavía era una espinita clavada. Pero al menos le contó toda la verdad, y eso viniendo de Datsue era... decir mucho. Bueno, últimamente, se estaba portando. Sintió un poco de orgullo prudente—. Nada que no sepamos, tampoco. Lo hemos puesto en el Libro Bingo las tres aldeas, y Kenzou, por lo que sé, anda buscándolo desesperadamente. Fue su mano derecha. Es una traición bastante importante —señaló—. Oye, y a propósito de ese amejin que fue a buscar gresca contigo. ¿Quién era? Ese tipo de comportamientos son inaceptables. Tendré que informar a Yui para que se lo deje bien claro.