11/02/2019, 17:48
—Un… renegado. Cuando se formó el caos en el Chūnin, y todo amejin andaba preocupado por Ayame, a él lo único que le interesaba era asesinar a Keisuke, a quien consideraba un traidor. Y ahora… ¿reniega? No me tiene mucho sentido. —Datsue parecía incrédulo sobre el asunto. Hanabi se acarició la barbilla, pensativo. Quizás tuviera razón. Quizás, simplemente, siguiera infiltrado en la organización, sólo que era incapaz de comunicarse con Amegakure. Fuera como fuese, se lo diría a Yui. Era asunto de la Lluvia.
Sobre la técnica de Datsue...
»Se trata de un fuuinjutsu —empezó a explicar—, al que llamé la Hermandad Intrépida. Lo colocas en alguien, y aparece el kanji de la hermandad y un número a su lado. Pues bien, toda persona que comparta sello y mismo número, podrá hablar entre ella por un mínimo gasto de chakra. Como si fuese un comunicador, pero sin límite de distancia y sin necesidad de recargarlo. Con el tiempo imagino que el sello irá perdiendo fuerza y desaparecerá, pero estamos hablando de mucho tiempo. Más de un año.
»¿Quiere ver una demostración?
Hanabi asintió enérgicamente.
—Oh, sí, por favor —dijo—. Adelante. ¿Puedo ver los sellos?
Sobre la técnica de Datsue...
»Se trata de un fuuinjutsu —empezó a explicar—, al que llamé la Hermandad Intrépida. Lo colocas en alguien, y aparece el kanji de la hermandad y un número a su lado. Pues bien, toda persona que comparta sello y mismo número, podrá hablar entre ella por un mínimo gasto de chakra. Como si fuese un comunicador, pero sin límite de distancia y sin necesidad de recargarlo. Con el tiempo imagino que el sello irá perdiendo fuerza y desaparecerá, pero estamos hablando de mucho tiempo. Más de un año.
»¿Quiere ver una demostración?
Hanabi asintió enérgicamente.
—Oh, sí, por favor —dijo—. Adelante. ¿Puedo ver los sellos?