16/02/2019, 00:43
Hanabi asintió, lentamente, y se levantó, también lentamente, del sillón.
—Si todo ha quedado claro, por supuesto que puedes. Podemos —recordó—. Te acompañaré hasta allí, claro. Luego os dejaré solos y confiaré en que nada explote —rio.
»Pero Datsue, ¿no quieres arreglarte un poco? —Le guiñó un ojo, y como si antes le hubiese leído el pensamiento le dijo—: ¿ni siquiera hacerte las trenzas?
—Si todo ha quedado claro, por supuesto que puedes. Podemos —recordó—. Te acompañaré hasta allí, claro. Luego os dejaré solos y confiaré en que nada explote —rio.
»Pero Datsue, ¿no quieres arreglarte un poco? —Le guiñó un ojo, y como si antes le hubiese leído el pensamiento le dijo—: ¿ni siquiera hacerte las trenzas?