16/02/2019, 03:05
Se adentró en la ventana con cuidado de no hacer ruido. Fue entonces, y solo entonces, cuando se permitió coger aire. Había estado demasiado cerca del abismo como para que su corazón no se hubiese alterado, ya cansado de por sí por el gasto de chakra. Sabía que estaba en un momento clave, en el que cualquier desliz o momento de mala suerte podía echar por la borda su infiltración y el rescate de Nahana. Su misión. Y quizá incluso su vida.
Por eso, no tuvo prisa. Quiso asegurarse de hacer las cosas bien. Se pegó a la puerta de la habitación, cerró los ojos y escuchó. Escuchó el sonido de su propia respiración, el de sus propios latidos martilleándole los oídos, y cualquier otro sonido cercano. De no oír nada, abriría la puerta con cuidado y asomaría un ojo.
¿Nadie por la costa? Solo entonces, recurriría de nuevo al Henge no Jutsu. Esta vez, imitaría al hombre que le había hablado. Salió de la habitación y caminó a paso seguro hasta la habitación de Nahana.
Tenía un pequeño plan pensado. ¿El resto? El resto lo improvisaría. Como hacía siempre.
Datsue aguardó unos segundos antes de interrumpir aquel entrañable momento. Momentos que aprovechó para desactivar la brújula-sello.
—Intuyo que mi otro yo se ha ido a rescatar a Nahana, ¿no es así? —preguntó a Urami—. En ese caso he de desaparecer. Iros lo más lejos posible de aquí. Donde menos puedan encontraros. No os preocupéis, vayáis a dónde vayáis, os encontraré.
Por eso, no tuvo prisa. Quiso asegurarse de hacer las cosas bien. Se pegó a la puerta de la habitación, cerró los ojos y escuchó. Escuchó el sonido de su propia respiración, el de sus propios latidos martilleándole los oídos, y cualquier otro sonido cercano. De no oír nada, abriría la puerta con cuidado y asomaría un ojo.
¿Nadie por la costa? Solo entonces, recurriría de nuevo al Henge no Jutsu. Esta vez, imitaría al hombre que le había hablado. Salió de la habitación y caminó a paso seguro hasta la habitación de Nahana.
Tenía un pequeño plan pensado. ¿El resto? El resto lo improvisaría. Como hacía siempre.
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Datsue aguardó unos segundos antes de interrumpir aquel entrañable momento. Momentos que aprovechó para desactivar la brújula-sello.
—Intuyo que mi otro yo se ha ido a rescatar a Nahana, ¿no es así? —preguntó a Urami—. En ese caso he de desaparecer. Iros lo más lejos posible de aquí. Donde menos puedan encontraros. No os preocupéis, vayáis a dónde vayáis, os encontraré.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado