23/02/2019, 18:45
La bestia colmilluda buscaba acertar al peliblanco, quien ya comenzaba a cansarse. Aun así, tenía que soportar el tiempo suficiente como para que su compañera terminase la extracción… Aquello parecía un poco injusto, teniendo en cuenta que el jabato estaba disfrutando alegremente de su revolcón; pero con una madre como aquella, era natural que no tuviese miedo de otras criaturas.
—Cielos… —se quejó cuando un colmillo demasiado cercano rasgo su pantalón.
Por un instante considero el esgrimir su arma, pero mutilar a la madre jabalí no era algo que estaba dentro de su política de mantener el combate y la violencia al mínimo. Con aquella situación tan complicada solo le quedo recurrir a la efectiva, pero nada honorable táctica de tomar rehenes: se agacho y aferro entre sus manos al pequeño jabalí, sosteniéndolo frente a él como si fuese un escudo tierno.
—¡Listo, Kazuma-san! —grito, Ranko.
—Bien, ya nos vamos —le dijo a la madre jabalí, mientras él retrocedía—. Mantengamos la calma y no habrá necesidad de que nadie resulte herido.
No estaba seguro de si aquello funcionaria, pero si la bestia dudaba de atacarle lo suficiente (por temor a lastimar a su cría) retrocedería hasta acercarse a un árbol, a cuál subiría luego de liberar a su rehén.
—Cielos… —se quejó cuando un colmillo demasiado cercano rasgo su pantalón.
Por un instante considero el esgrimir su arma, pero mutilar a la madre jabalí no era algo que estaba dentro de su política de mantener el combate y la violencia al mínimo. Con aquella situación tan complicada solo le quedo recurrir a la efectiva, pero nada honorable táctica de tomar rehenes: se agacho y aferro entre sus manos al pequeño jabalí, sosteniéndolo frente a él como si fuese un escudo tierno.
—¡Listo, Kazuma-san! —grito, Ranko.
—Bien, ya nos vamos —le dijo a la madre jabalí, mientras él retrocedía—. Mantengamos la calma y no habrá necesidad de que nadie resulte herido.
No estaba seguro de si aquello funcionaria, pero si la bestia dudaba de atacarle lo suficiente (por temor a lastimar a su cría) retrocedería hasta acercarse a un árbol, a cuál subiría luego de liberar a su rehén.