(C) Los Hijos del Yomi

Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.

(C) Los Hijos del Yomi

Samidare Sin conexión

Member

Nivel: 4
Exp: 5 puntos
Dinero: 0 ryō

· Fue

· Pod

· Res

· Int

· Agu

· Car

· Agi

· Vol

· Des

· Per

2/03/2019, 21:39

Aquel día era como cualquier otro, o eso podia serlo para la mayoria de los habitantes de amegakure, pero no para aquel joven shinobi pelirubio que se le había asignado su primera misión desde que se hubiese convertido en ninja. Para su sorpresa se trataba de una misión rango C, por lo que no sabia si estar feliz o triste, por una parte no seria una de esas misiones fastidiosas con tareas degradantes como las que vio realizar a muchos de sus ex-compañeros de academia en estos últimos días, pero por el otro no sabia si estaría a la altura de poder cumplir con las expectativas de esta misión.

Para su alivio según lo que le informaron tendria una persona de rango chunin el cual lo asistiría en este trabajo, y con el era el que se esperaba encontrar, pero no sabia particularmente cual seria su apariencia simplemente caminaba acercándose al punto de encuentro, el cual se encontraba en un puente cercano a uno de los puestos de guardia prácticamente en los limites de la aldea. -Buenos días, ¿Daruu-San?.- Fueron las palabras del algo nervioso joven, al llegar a aquel puente y hablar con la única persona que se encontraba allí en ese momento, esperando que el fuera con quien debía de hablar y no estar cometiendo un error.