11/03/2019, 20:02
Lo cuatro guardias se voltearon al unísono a ver a aquél intruso. Intruso, sí, porque era parte de los guaruras de poca monta. Allí arriba podían ingresar sólo los selectos. De todas formas, traía consigo un trofeo que valía demasiado. La pregunta era: ¿cómo la había capturado?
—Déjala ahí —replicó uno de los guardias que cuidaba la puerta—. y vuelve a tu puto puesto.
—Déjala ahí —replicó uno de los guardias que cuidaba la puerta—. y vuelve a tu puto puesto.