22/03/2019, 01:19
¡Cof, cof, cof!
—Señor, señor. ¡Esto es un hervidero! la guardia está calcinada —espetó el cogote de un hombre mundano que también se asomaba por la puerta, tratando de escapar del humo resultante y del hedor de la carne humana calcinada que ahora inundaba el pasillo—. ¡mierda, están muertos, señor y... hay una cría en el suelo, señor!
—¡UhmmmUhhmmmmmm! —un murmuro engullido por la mordaza. Un murmuro conocido.
—Parece que tenemos acompañantes, querida —dijo nadie, desde la clandestinidad. Una voz profunda y parsimoniosa, aunque llena de ira—. si seguimos teniendo secretos esta relación nunca funcionará.
¡Plas!
Le gustaba pegar desmedidamente. Eso estaba claro.
—Señor, señor. ¡Esto es un hervidero! la guardia está calcinada —espetó el cogote de un hombre mundano que también se asomaba por la puerta, tratando de escapar del humo resultante y del hedor de la carne humana calcinada que ahora inundaba el pasillo—. ¡mierda, están muertos, señor y... hay una cría en el suelo, señor!
—¡UhmmmUhhmmmmmm! —un murmuro engullido por la mordaza. Un murmuro conocido.
—Parece que tenemos acompañantes, querida —dijo nadie, desde la clandestinidad. Una voz profunda y parsimoniosa, aunque llena de ira—. si seguimos teniendo secretos esta relación nunca funcionará.
¡Plas!
Le gustaba pegar desmedidamente. Eso estaba claro.