28/03/2019, 02:21
¿Qué iba a hacer? Desde luego, ninguna de esas cosas. No, no iba a pensar rápido, porque eso, desde luego, era un lujo que no podía permitirse. Menos meditar sobre sus posibilidades. ¿Por qué? Porque ese tiempo perdido le mataría. Porque, si lo hacía, no habría posibilidad alguna sobre la que meditar.
No, su instinto de supervivencia, mucho más rápido tomando decisiones que el cerebro, era quien debía actuar.
—Uno —le recordó Kosetsu, como la última campanada que se da como aviso antes de que el verdugo suelte la hoja de la guillotina.
—¡¡¡AAAAAAAGGGGGGGGHHHHHHHHHH!!! —rugió, desgarrándose la garganta mientras se levantaba de un golpe y tomaba la mano de Nahana para arrastrarla consigo a la máxima velocidad que daban sus piernas. En aquellos momentos, el pánico y la adrenalina hicieron que ni siquiera sintiese el dolor de sus costillas rotas.
—¡Cuida-!
—¡¡¡CALLA Y SALTA HIJAPUTA!!! —chilló, mientras saltaba con las rodillas y brazos juntos hacia la ventana.
Oh, sí. Calla y salta, hijaputa. Ya se preocuparían más tarde de no morir por semejante caída. Ahora, tenían problemas más gordos. Porque justo cuando los guardias tiraron de la manija hacia abajo y empujaron la puerta, un sello se despegó. Uno muy especial. Uno que Datsue había colocado al entrar —cuando cerró la puerta tras de sí—, con una cuenta atrás de seis minutos para estallar. Y lo había colocado justo entre el borde de la puerta y el marco, para que si alguien entraba para sorprenderle por la espalda, el que se llevase una sorpresa fuese él.
Por eso en seguida se había alejado de la puerta nada más entrar.
Por eso lucía tan seguro, consciente de que tenía un método de distracción preparado.
¿Un plan genial y sin fallos, verdad? Eso pensó él, hasta que vio que, en realidad, había firmado su jodida sentencia de muerte. Porque ya sabe lo que ocurre cuando un sello explosivo de clase B se despega y hay decenas más a su lado. Que hacen…
—¡Cerooo!
¡¡ BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOMMMMMMMMM!!
AO revelada: Pegar un sello explosivo de clase B entre el marco y el borde de la puerta, con una cuenta atrás de 6 turnos.
No, su instinto de supervivencia, mucho más rápido tomando decisiones que el cerebro, era quien debía actuar.
—Uno —le recordó Kosetsu, como la última campanada que se da como aviso antes de que el verdugo suelte la hoja de la guillotina.
—¡¡¡AAAAAAAGGGGGGGGHHHHHHHHHH!!! —rugió, desgarrándose la garganta mientras se levantaba de un golpe y tomaba la mano de Nahana para arrastrarla consigo a la máxima velocidad que daban sus piernas. En aquellos momentos, el pánico y la adrenalina hicieron que ni siquiera sintiese el dolor de sus costillas rotas.
—¡Cuida-!
—¡¡¡CALLA Y SALTA HIJAPUTA!!! —chilló, mientras saltaba con las rodillas y brazos juntos hacia la ventana.
Oh, sí. Calla y salta, hijaputa. Ya se preocuparían más tarde de no morir por semejante caída. Ahora, tenían problemas más gordos. Porque justo cuando los guardias tiraron de la manija hacia abajo y empujaron la puerta, un sello se despegó. Uno muy especial. Uno que Datsue había colocado al entrar —cuando cerró la puerta tras de sí—, con una cuenta atrás de seis minutos para estallar. Y lo había colocado justo entre el borde de la puerta y el marco, para que si alguien entraba para sorprenderle por la espalda, el que se llevase una sorpresa fuese él.
Por eso en seguida se había alejado de la puerta nada más entrar.
Por eso lucía tan seguro, consciente de que tenía un método de distracción preparado.
¿Un plan genial y sin fallos, verdad? Eso pensó él, hasta que vio que, en realidad, había firmado su jodida sentencia de muerte. Porque ya sabe lo que ocurre cuando un sello explosivo de clase B se despega y hay decenas más a su lado. Que hacen…
—¡Cerooo!
¡¡ BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOMMMMMMMMM!!
AO revelada: Pegar un sello explosivo de clase B entre el marco y el borde de la puerta, con una cuenta atrás de 6 turnos.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado