11/04/2019, 16:06
—¡... AQUUIIIIIIIIÍ!
Akame se detuvo y alzó la cabeza como un cervatillo que hubiera escuchado aullar a su madre. «¡Está aquí al lado joder! ¡Ya voy!» Miró a su alrededor, tratando de ubicar el grito de Datsue, y una vez lo hizo, echó a correr entre las ruinas de la plaza a todo el paso que le permitían sus ya agotadas piernas. Halló a su Hermano arrastrándose entre los escombros y el polvo, desesperadamente tratando de encontrar algo o a alguien.
—Joder, no mentías, estás hecho unos zorros —Datsue escucharía aquella voz familiar a su espalda, y si se volteaba, vería al jōnin junto a él—. ¿Qué cojones ha pasado? ¿Y dónde está esa tal Lady Takoizu?
Akame se detuvo y alzó la cabeza como un cervatillo que hubiera escuchado aullar a su madre. «¡Está aquí al lado joder! ¡Ya voy!» Miró a su alrededor, tratando de ubicar el grito de Datsue, y una vez lo hizo, echó a correr entre las ruinas de la plaza a todo el paso que le permitían sus ya agotadas piernas. Halló a su Hermano arrastrándose entre los escombros y el polvo, desesperadamente tratando de encontrar algo o a alguien.
—Joder, no mentías, estás hecho unos zorros —Datsue escucharía aquella voz familiar a su espalda, y si se volteaba, vería al jōnin junto a él—. ¿Qué cojones ha pasado? ¿Y dónde está esa tal Lady Takoizu?