15/04/2019, 04:11
Akame se encontró entonces con una de esas situaciones críticas en las que no hace demasiada diferencia conocer la ejecución de un poderoso ninjutsu. Tuvo que hacer acopio de sus habilidades humanas más esenciales para remover piedra por piedra, hasta conseguir el agujero donde yacía sepultada Nahana. Mientras el Uchiha iba removiendo el puzzle con celeridad, la mujer gritaba del más puro dolor mientras las rocas más profundas se movían con los movimientos superiores.
Los gritos de dolor de Datsue no ayudaban, desde luego. Era como escuchar a un puerco en un matadero. Él sentía como un millar de agujas le atravesaban cada minúsculo nervio del cuerpo. Quería arrancarse las piernas pero no podía moverse. ¿Cuánto tardaría en perder la conciencia?
Un respingo esclarecedor le permitió a Lady Tākoizu airar a sus pulmones tras ver el cielo nocturno. Estaba magullada, con la cara molida a palos y sucia de carbón y ceniza.
Sostuvo la mano de Akame y trató de ayudarle a desenterrarse a sí misma. De más está decir que lo logró.
Los Dioses la habían protegido. Susanoo respondió a las plegarias de Datsue. Nahana estaba malherida, pero viviría. Viviría un día más.
Los gritos de dolor de Datsue no ayudaban, desde luego. Era como escuchar a un puerco en un matadero. Él sentía como un millar de agujas le atravesaban cada minúsculo nervio del cuerpo. Quería arrancarse las piernas pero no podía moverse. ¿Cuánto tardaría en perder la conciencia?
Un respingo esclarecedor le permitió a Lady Tākoizu airar a sus pulmones tras ver el cielo nocturno. Estaba magullada, con la cara molida a palos y sucia de carbón y ceniza.
Sostuvo la mano de Akame y trató de ayudarle a desenterrarse a sí misma. De más está decir que lo logró.
Los Dioses la habían protegido. Susanoo respondió a las plegarias de Datsue. Nahana estaba malherida, pero viviría. Viviría un día más.