15/04/2019, 23:22
Pasaron los segundos, y Ayame gimió angustiada. ¿Qué pasaba? ¿No les estaba llegando su mensaje? Era muy posible que ambos estuvieran durmiendo, dadas las horas que eran pero... ¿y si el sello no funcionaba? ¿Y si lo estaba activando mal?
—¿A… Ayame? ¿Me has hablado? —escuchó entonces la susurrante voz de Datsue junto a su oído.
Era lo que había deseado, y aún así pegó un brinco, sobresaltada.
—¡Ay, menos mal, funciona! —exclamó Ayame, profundamente aliviada.
—Dios, Ayame, por favor —dijo la voz de Daruu a continuación—. ¡No grites, vas a despertar a mi madre! ¿Qué pasa? Son las dos de la madrugada. ¿Estás bien? ¿Necesitas ayuda? ¿Dónde estás?
—¡Sí, sí! Lo siento, sé que es muy tarde... ¡pero era una emergencia! —se excusó, con un hilo de voz. Tal era la angustia que sentía que se moría por explicarlo todo, por vomitar todo lo que había sucedido aquella noche de golpe. Y a consecuencia de ello no sabía ni por dónde empezar sin que la tomaran por loca y hablaba más rápido de lo que realmente pretendía—. Estoy... ahora estoy en mi casa. Estoy bien, o eso creo. ¡No sé! ¡Pero eso no importa, no estamos hablando de mí! Es... es... —Ayame tuvo que respirar hondo al quedarse sin aire. Le temblaban las manos. Su corazón latía con fuerza. Las lágrimas rodaban por sus mejillas sin control—. Datsue, Daruu... Los he visto... Están... están vivos. Los dos están vivos...
»Umikiba Kaido... y Uchiha Akame.
—¿A… Ayame? ¿Me has hablado? —escuchó entonces la susurrante voz de Datsue junto a su oído.
Era lo que había deseado, y aún así pegó un brinco, sobresaltada.
—¡Ay, menos mal, funciona! —exclamó Ayame, profundamente aliviada.
—Dios, Ayame, por favor —dijo la voz de Daruu a continuación—. ¡No grites, vas a despertar a mi madre! ¿Qué pasa? Son las dos de la madrugada. ¿Estás bien? ¿Necesitas ayuda? ¿Dónde estás?
—¡Sí, sí! Lo siento, sé que es muy tarde... ¡pero era una emergencia! —se excusó, con un hilo de voz. Tal era la angustia que sentía que se moría por explicarlo todo, por vomitar todo lo que había sucedido aquella noche de golpe. Y a consecuencia de ello no sabía ni por dónde empezar sin que la tomaran por loca y hablaba más rápido de lo que realmente pretendía—. Estoy... ahora estoy en mi casa. Estoy bien, o eso creo. ¡No sé! ¡Pero eso no importa, no estamos hablando de mí! Es... es... —Ayame tuvo que respirar hondo al quedarse sin aire. Le temblaban las manos. Su corazón latía con fuerza. Las lágrimas rodaban por sus mejillas sin control—. Datsue, Daruu... Los he visto... Están... están vivos. Los dos están vivos...
»Umikiba Kaido... y Uchiha Akame.