19/04/2019, 16:55
(Última modificación: 19/04/2019, 17:22 por Uchiha Akame. Editado 1 vez en total.)
Akame negó con la cabeza y una sonrisa en los labios.
—Bueno, bueno, no te vengas tan arriba. Veremos qué piensa Hanabi-sama de eso —frenó a su Hermano antes de que cogiese carrerilla, porque cuando hablaban de dinero no había quien parase a Datsue. Luego agregó—. Touché.
"Cicatrices". Kaguya Hida. El jōnin se estremeció al escuchar su nombre. Akame no había abandonado aquella investigación suya, pero desde el Examen de Chuunin, Oonindo se había vuelto un lugar mucho menos accesible en sus rincones. Convenía ir con cuidado, y conocedor de eso, Akame había optado por avanzar con más cautela. Hacía mucho que no sabía nada de aquel mercenario, ni descubría nada nuevo relacionado con Uróboros. Parecía que estaba en una vía muerta.
Negó con la cabeza.
—Meh, que le jodan. Es una pena por el dinero, pero quién sabe. Lo bueno es que conseguiste liquidarlo y salir con vida de ello.
Entonces alguien llamó a la puerta, y Akame la reconoció como aquella Lady del hierro. El Uchiha se apartó un paso para dejarle vía libre a la mujer de camino al camastro de Datsue; conociendo a su compañero, y por la forma en la que hablaba de ella, Akame dudaba mucho que ellos dos hubieran tenido una relación puramente... Profesional.
—Bueno, bueno, no te vengas tan arriba. Veremos qué piensa Hanabi-sama de eso —frenó a su Hermano antes de que cogiese carrerilla, porque cuando hablaban de dinero no había quien parase a Datsue. Luego agregó—. Touché.
"Cicatrices". Kaguya Hida. El jōnin se estremeció al escuchar su nombre. Akame no había abandonado aquella investigación suya, pero desde el Examen de Chuunin, Oonindo se había vuelto un lugar mucho menos accesible en sus rincones. Convenía ir con cuidado, y conocedor de eso, Akame había optado por avanzar con más cautela. Hacía mucho que no sabía nada de aquel mercenario, ni descubría nada nuevo relacionado con Uróboros. Parecía que estaba en una vía muerta.
Negó con la cabeza.
—Meh, que le jodan. Es una pena por el dinero, pero quién sabe. Lo bueno es que conseguiste liquidarlo y salir con vida de ello.
Entonces alguien llamó a la puerta, y Akame la reconoció como aquella Lady del hierro. El Uchiha se apartó un paso para dejarle vía libre a la mujer de camino al camastro de Datsue; conociendo a su compañero, y por la forma en la que hablaba de ella, Akame dudaba mucho que ellos dos hubieran tenido una relación puramente... Profesional.