19/04/2019, 21:12
—Ayame, ¿pero tú sabes lo que est... —preguntó Daruu, pero se vio súbitamente cortado por otra voz:
—¿Cóoooomo? Bueno, ¡basta! No tengo por qué aguantar cómo aún por encima se ultraja el recuerdo de mi Hermano. ¡Sabía que esto era un jodido error! —bramó Datsue, fuera de sí—. ¡Buenas noches!
—¡No, Datsue, espera! —rogó Ayame, con lágrimas en los ojos. Pero no recibió respuesta alguna del Uchiha—. ¿Datsue? ¡¿Datsue?! ¿Llueve nueve? —le llamaba, con un débil hilo de voz.
—Pero a ver Ayame, ¿por qué dices eso ahora? —preguntó Daruu—. ¿No sería otro Akame? Lo de Kaido ya me lo contó Datsue, que se había exiliado... Increíble. ¿Pero lo de Akame? ¡¡Si murió en Uzu!!
—¿Otro Akame que también tiene el Sharingan y que conoce a Kaido? —preguntó ella a su vez, histérica—. ¡Qué coincidencia, vaya! ¡Maldita sea, yo tampoco lo entiendo! ¡Yo tampoco termino de creerlo!
>>¡Mira, me da igual si Datsue no quiere escucharme! ¡Te lo diré a ti! Por favor, escúchame y no me interrumpas. Te contaré todos los detalles.
>>Fui hace unos días a Tanzaku Tai por una serie de cuestiones que no vienen a cuento. Allí estaban celebrando un festival de magia y cuando me acerqué a verlo me topé con un pobre indigente con la cara desfigurada por una enorme quemadura que cubría la mitad de su rostro y que vendía figuritas de madera talladas por él mismo. ¡Y menudas manos para hacer esas esculturas! Me vendió dos: un delfín y un gato para ti, pensaba dártela la próxima vez que nos viéramos.
>>Cuando el espectáculo terminó vi al mendigo intentando robar las ganancias de los magos, así que le perseguí y lo acorralé. Y fue entonces cuando empezó a decir cosas raras: señalaba mi bandana y repetía una y otra vez que yo también sería traicionada por los míos. ¡No le entendía y quise preguntarle al respecto, pero me evitaba una y otra vez! Se emborrachó delante de mí, llevaba con él una bolsita con una extraña pasta azul y no paraba de repetir que aquello era lo único que le quedaba. Yo... Yo... le soborné con esa droga, se la quité y seguí interrogándole pero sólo le saqué que se hacía llamar Calabaza.
>>Hasta esta noche... Estaba pasando por unos callejones de Tanzaku Tai cuando escuché la voz de Kaido, llamando a Akame por su nombre. Y me asusté. Me asusté muchísimo. Huí de allí y dejé un clon para recopilar información. Y ese al que Kaido estaba llamando Akame era precisamente Calabaza. ¡Y tenía el Sharingan en sus ojos! No... No pude averiguar mucho más... ambos se fueron con un Sunshin y no fui capaz de seguirlos...
>>Daruu... Yo estoy igual de confundida que vosotros... ¿Pero qué clase de vagabundo tiene el Sharingan y es capaz de escapar con un Sunshin? Y tenía media cara completamente carbonizada... Cómo... ¿Cómo se supone que murió Akame? Y si era él... ¿Por qué me dijo eso, que yo también sería traicionada por los míos cuando se cansaran de mí? ¿Qué le ha ocurrido a Uchiha Akame? Y Kaido... Kaido... —Ayame había roto a llorar, temblando de forma incontrolable—. Me llamó entrometida... me llamó... me llamó... puta... Y me dijo que le dijera a "la zorra de Yui" que el Dragón Rojo seguía más vivo que nunca... Daruu... lo hemos perdido... Y creo... creo que está con Akame...
—¿Cóoooomo? Bueno, ¡basta! No tengo por qué aguantar cómo aún por encima se ultraja el recuerdo de mi Hermano. ¡Sabía que esto era un jodido error! —bramó Datsue, fuera de sí—. ¡Buenas noches!
—¡No, Datsue, espera! —rogó Ayame, con lágrimas en los ojos. Pero no recibió respuesta alguna del Uchiha—. ¿Datsue? ¡¿Datsue?! ¿Llueve nueve? —le llamaba, con un débil hilo de voz.
—Pero a ver Ayame, ¿por qué dices eso ahora? —preguntó Daruu—. ¿No sería otro Akame? Lo de Kaido ya me lo contó Datsue, que se había exiliado... Increíble. ¿Pero lo de Akame? ¡¡Si murió en Uzu!!
—¿Otro Akame que también tiene el Sharingan y que conoce a Kaido? —preguntó ella a su vez, histérica—. ¡Qué coincidencia, vaya! ¡Maldita sea, yo tampoco lo entiendo! ¡Yo tampoco termino de creerlo!
>>¡Mira, me da igual si Datsue no quiere escucharme! ¡Te lo diré a ti! Por favor, escúchame y no me interrumpas. Te contaré todos los detalles.
>>Fui hace unos días a Tanzaku Tai por una serie de cuestiones que no vienen a cuento. Allí estaban celebrando un festival de magia y cuando me acerqué a verlo me topé con un pobre indigente con la cara desfigurada por una enorme quemadura que cubría la mitad de su rostro y que vendía figuritas de madera talladas por él mismo. ¡Y menudas manos para hacer esas esculturas! Me vendió dos: un delfín y un gato para ti, pensaba dártela la próxima vez que nos viéramos.
>>Cuando el espectáculo terminó vi al mendigo intentando robar las ganancias de los magos, así que le perseguí y lo acorralé. Y fue entonces cuando empezó a decir cosas raras: señalaba mi bandana y repetía una y otra vez que yo también sería traicionada por los míos. ¡No le entendía y quise preguntarle al respecto, pero me evitaba una y otra vez! Se emborrachó delante de mí, llevaba con él una bolsita con una extraña pasta azul y no paraba de repetir que aquello era lo único que le quedaba. Yo... Yo... le soborné con esa droga, se la quité y seguí interrogándole pero sólo le saqué que se hacía llamar Calabaza.
>>Hasta esta noche... Estaba pasando por unos callejones de Tanzaku Tai cuando escuché la voz de Kaido, llamando a Akame por su nombre. Y me asusté. Me asusté muchísimo. Huí de allí y dejé un clon para recopilar información. Y ese al que Kaido estaba llamando Akame era precisamente Calabaza. ¡Y tenía el Sharingan en sus ojos! No... No pude averiguar mucho más... ambos se fueron con un Sunshin y no fui capaz de seguirlos...
>>Daruu... Yo estoy igual de confundida que vosotros... ¿Pero qué clase de vagabundo tiene el Sharingan y es capaz de escapar con un Sunshin? Y tenía media cara completamente carbonizada... Cómo... ¿Cómo se supone que murió Akame? Y si era él... ¿Por qué me dijo eso, que yo también sería traicionada por los míos cuando se cansaran de mí? ¿Qué le ha ocurrido a Uchiha Akame? Y Kaido... Kaido... —Ayame había roto a llorar, temblando de forma incontrolable—. Me llamó entrometida... me llamó... me llamó... puta... Y me dijo que le dijera a "la zorra de Yui" que el Dragón Rojo seguía más vivo que nunca... Daruu... lo hemos perdido... Y creo... creo que está con Akame...