20/04/2019, 21:23
—¡Así se hará, Arashikage-sama!
—¡No la defraudaremos, Arashikage-sama!
—¡No la defraudaremos, Arashikage-sama!
—Eso espero. Por vuestro bien —contestó, con el orgullo envolviéndole la mirada en respuesta a la voluntad y determinación naciente de la más leal obediencia de todos sus ninjas. Pocas cosas valoraba más que esas en su posición de líder. Y no se puede negar que pocas cosas como esas eran las que le habían mantenido ahí arriba en la cúspide del poder. Los de afuera podían seguir criticando sus métodos. Que hablaran lo que quisieran y cuánto quisieran. Pero Amegakure era Amegakure por la fortaleza de su sombra—. tomad —la mano impera de Yui abandonó la seguridad de su espada y navegó la marea de papeles de su escritorio hasta que dio finalmente con un pequeño libro de treinta por cuarenta. La cubierta era de un color azul mar con bordeados negros. A simple vista parecía tener no más de treinta páginas a lo mucho. Deslizó el objeto por la mesa hasta que llegó a las manos de Ayame—. página veinticinco y veintiséis.
Se trataba del famoso Libro Bingo.
Navegar en su interior fue, desde luego, revelador. Las primeras páginas eran de un color opaco y la mayoría de éstas estaban tachadas con una enorme "X" sobre la foto correspondiente de cada criminal, que indicaba que estaban muertos. El formato de la hoja correspondía a un retrato actualizado del renegado, una pequeña descripción de sus rasgos más característicos al pie de la página y unas cuantas líneas de puntualizaciones que variaban según cada cuál, y que revelaban ciertos datos de interés como los clanes a los que podían pertenecer, o habilidades sobresalientes.
Ayame tuvo que detenerse en la hoja quince casi que por inercia. El nombre que reposaba en su legado era el de Umikiba Kaido. Su foto también estaba tachada.
—Dijisteis que vuestro gato siguió a dos subordinadas de las Náyades. ¿Podría reconocerlas?