23/04/2019, 00:13
Daruu asintió.
—Bien. Entonces, si te parece, quedamos en la puerta de la aldea dentro de media hora —dijo, escuetamente, con el ceño fruncido—. Empecemos esto cuanto antes. —Se dio la vuelta, y echó a correr a toda velocidad hacia casa. «Antes de que me cague en los pantalones».
La ronda de preguntas con su madre había sido... complicada. La mujer había usado todos los recursos a su alcance para tratar de sonsacarle la naturaleza de su misión. El recurso de ponerse en medio de la puerta hasta que no me lo digas fue el más peligroso de todos, pero Daruu contraatacó con un arma que no creyó tan eficaz como resultó ser: el es una orden directa de Yui. Kiroe se había limitado a apartarse, con una sonrisa en silencio, y le había dejado marchar.
Amedama Kiroe era, ante todo, leal a la Arashikage. Quizás en otro momento esto habría sido una molestia, pero ahora Daruu había conseguido sacar provecho de la situación.
Al final, Daruu se presentó en la puerta de la entrada con un sándwich, una botella de agua grande y un mapa empaquetados en una mochila mediana de color azul acero. Acompañaba a su indumentaria habitual con una capa de viaje de color negro, con capucha, que estaba atada por la parte de arriba con un simple pero resistente botón redondo de color plata.
—Sólo lo indispensable —le dijo a Ayame cuando se encontró con ella, encogiéndose de hombros y sonriendo—, como tú dijiste.
—Bien. Entonces, si te parece, quedamos en la puerta de la aldea dentro de media hora —dijo, escuetamente, con el ceño fruncido—. Empecemos esto cuanto antes. —Se dio la vuelta, y echó a correr a toda velocidad hacia casa. «Antes de que me cague en los pantalones».
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La ronda de preguntas con su madre había sido... complicada. La mujer había usado todos los recursos a su alcance para tratar de sonsacarle la naturaleza de su misión. El recurso de ponerse en medio de la puerta hasta que no me lo digas fue el más peligroso de todos, pero Daruu contraatacó con un arma que no creyó tan eficaz como resultó ser: el es una orden directa de Yui. Kiroe se había limitado a apartarse, con una sonrisa en silencio, y le había dejado marchar.
Amedama Kiroe era, ante todo, leal a la Arashikage. Quizás en otro momento esto habría sido una molestia, pero ahora Daruu había conseguido sacar provecho de la situación.
Al final, Daruu se presentó en la puerta de la entrada con un sándwich, una botella de agua grande y un mapa empaquetados en una mochila mediana de color azul acero. Acompañaba a su indumentaria habitual con una capa de viaje de color negro, con capucha, que estaba atada por la parte de arriba con un simple pero resistente botón redondo de color plata.
—Sólo lo indispensable —le dijo a Ayame cuando se encontró con ella, encogiéndose de hombros y sonriendo—, como tú dijiste.
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)