23/04/2019, 19:48
(Última modificación: 23/04/2019, 20:00 por Aotsuki Ayame. Editado 1 vez en total.)
—Es finita —respondió, mostrando el interior de la capa a través de una de sus mangas—. Y tú que, ¿pretendes ir a una misión de incógnito sin algo con lo que cubrirte la cara y el pelo? Además, con esta lluvia, fuera de la aldea, prefiero siempre llevar esta capa. Es impermeable.
Pero Ayame soltó una pedorreta.
—Henge no Jutsu, Meisaigakure no Jutsu... ¡Si será por posibilidades! Además, Daruu-senpai, cuanto más intentes ocultar tus rasgos para pasar desapercibido más sospechoso resultarás —le aleccionó, moviendo el dedo índice en el aire con gesto burlesco—. Y sobre mojarme... —añadió, con una sonrisilla—. ¿Por qué habría de importarme mojarme, cuando yo soy el Agua?
—Como sea, tengo un plan, pero mejor te lo cuento por el camino a ver qué te parece. ¿Entonces, te vas a ir así? ¿Todo listo?
—¡Sí! ¡Todo listo!
Y, con aire resuelto, la muchacha echó a andar hacia el exterior de la aldea junto a Daruu. Ambos atravesaron los torreones de entrada y caminaron sobre el puente que atravesaba el lago que les separaba del resto del país.
—Sobre el tema en cuestión... —dijo Ayame en voz baja, rompiendo el hielo en cuanto pusieron el primer pie en tierra—. Puede que a ti te reconozcan nada más verte, sobre todo teniendo en cuenta la tirria que os tiene Naia. A mí no tienen por qué conocerme de nada, así que quizás yo lo tendría más fácil para infiltrarme. Aún así, creo que deberíamos quitarnos las bandanas al llegar a Shinogi-to y llamar la atención lo menos posible.
Pero Ayame soltó una pedorreta.
—Henge no Jutsu, Meisaigakure no Jutsu... ¡Si será por posibilidades! Además, Daruu-senpai, cuanto más intentes ocultar tus rasgos para pasar desapercibido más sospechoso resultarás —le aleccionó, moviendo el dedo índice en el aire con gesto burlesco—. Y sobre mojarme... —añadió, con una sonrisilla—. ¿Por qué habría de importarme mojarme, cuando yo soy el Agua?
—Como sea, tengo un plan, pero mejor te lo cuento por el camino a ver qué te parece. ¿Entonces, te vas a ir así? ¿Todo listo?
—¡Sí! ¡Todo listo!
Y, con aire resuelto, la muchacha echó a andar hacia el exterior de la aldea junto a Daruu. Ambos atravesaron los torreones de entrada y caminaron sobre el puente que atravesaba el lago que les separaba del resto del país.
—Sobre el tema en cuestión... —dijo Ayame en voz baja, rompiendo el hielo en cuanto pusieron el primer pie en tierra—. Puede que a ti te reconozcan nada más verte, sobre todo teniendo en cuenta la tirria que os tiene Naia. A mí no tienen por qué conocerme de nada, así que quizás yo lo tendría más fácil para infiltrarme. Aún así, creo que deberíamos quitarnos las bandanas al llegar a Shinogi-to y llamar la atención lo menos posible.