25/04/2019, 21:33
—Igual por eso es una buena guarida. Ya te digo yo que igual su técnica no funciona conmigo si estoy rodeado de pestuzo pescadil —respondió Daruu, siguiéndole el juego—. Y sí, claro, mejor llamamos a la puerta y le decimos, "tita Naia, tita Naia, déjanos dormir en tu guarida de criminales asesinos sacaojos porfi. Ah por cierto dale un bocado a este sandwich con mermelada de cianuro".
Ayame se rio con él y, alzando el dedo índice, le corrigió:
—"Sacañojos", hablemos con propiedad. Bueno, basta de bromas, busquemos un lugar donde pasar las noches.
Y así, Daruu y Ayame se internaron en (al menos para la kunoichi) las siniestas calles de Shinogi-to, completamente ignorantes a lo que les depararía el trascurso de la misión. ¿Qué suerte les habría guardado el caprichoso destino?
Ayame se rio con él y, alzando el dedo índice, le corrigió:
—"Sacañojos", hablemos con propiedad. Bueno, basta de bromas, busquemos un lugar donde pasar las noches.
Y así, Daruu y Ayame se internaron en (al menos para la kunoichi) las siniestas calles de Shinogi-to, completamente ignorantes a lo que les depararía el trascurso de la misión. ¿Qué suerte les habría guardado el caprichoso destino?