26/04/2019, 00:20
(Última modificación: 26/04/2019, 00:53 por Amedama Daruu. Editado 1 vez en total.)
Justo entonces. Justo cuando Hanabi pronunció aquellas palabras. Quizás en el peor momento posible. Quizás siendo esto que os cuento un gran error...
...Amedama Daruu apareció de la nada, al lado de Datsue, llevando consido un destello rojo.
El muchacho miró a su alrededor. Un hombre gordo que le sonaba de algo, Datsue, y Hanabi con la cara más severa que no había visto nunca, y... y... y...
Puto. Amenokami. Santísimo. ¿¡Pero qué cojones ERA ese hombre!?
Daruu había estado en algunas situaciones así. Luchando contra Kokuo, la más reciente, pero la que más miedo le había dado era cuando Ayame había perdido el control después de la misión del mundo ilusorio de Shiruba. Allí, Daruu se había enfrentado a la segunda capa del bijuu frente a frente, y había temido más por su vida que nunca.
...hasta ahora.
Las rodillas le temblaron e hicieron lo que iban a hacer ya, pero desde luego no por el mismo motivo: clavarse en el suelo. Daruu se vio forzado a marcar una reverencia ante el Uzukage que iba a hacer ya, pero no por el mismo motivo.
Lo único que pudo hacer —a duras penas— que entraba dentro de sus planes era decir:
—L-le pido d-disculpas, Hana... Hanabi-dono. Por mi comp-portamiento irresponsable du-durante el examen de chuunin... ¡AGH!
¡Pero si casi no podía respirar!
¿¡Esos cabrones de Uzushiogakure se estaban reservando que Hanabi también era un jinchuuriki!? ¿¡Por eso había apagado Datsue el sello!?
En su denigrante posición, Daruu se percató de algo. Con toda la imagen intimidante de Hanabi que estaba teniendo... le estaba viendo...
«¿Eso son... pantuflas?»
...Amedama Daruu apareció de la nada, al lado de Datsue, llevando consido un destello rojo.
El muchacho miró a su alrededor. Un hombre gordo que le sonaba de algo, Datsue, y Hanabi con la cara más severa que no había visto nunca, y... y... y...
Puto. Amenokami. Santísimo. ¿¡Pero qué cojones ERA ese hombre!?
Daruu había estado en algunas situaciones así. Luchando contra Kokuo, la más reciente, pero la que más miedo le había dado era cuando Ayame había perdido el control después de la misión del mundo ilusorio de Shiruba. Allí, Daruu se había enfrentado a la segunda capa del bijuu frente a frente, y había temido más por su vida que nunca.
...hasta ahora.
Las rodillas le temblaron e hicieron lo que iban a hacer ya, pero desde luego no por el mismo motivo: clavarse en el suelo. Daruu se vio forzado a marcar una reverencia ante el Uzukage que iba a hacer ya, pero no por el mismo motivo.
Lo único que pudo hacer —a duras penas— que entraba dentro de sus planes era decir:
—L-le pido d-disculpas, Hana... Hanabi-dono. Por mi comp-portamiento irresponsable du-durante el examen de chuunin... ¡AGH!
¡Pero si casi no podía respirar!
¿¡Esos cabrones de Uzushiogakure se estaban reservando que Hanabi también era un jinchuuriki!? ¿¡Por eso había apagado Datsue el sello!?
En su denigrante posición, Daruu se percató de algo. Con toda la imagen intimidante de Hanabi que estaba teniendo... le estaba viendo...
«¿Eso son... pantuflas?»
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)