1/05/2019, 10:01
Abrumado por tanta amabilidad, el perspicaz y desconfiado Daruu empezó a pensar que tal vez el tal Ginjo le debía algún tipo de favor a su madre. Como aquél comerciante que tuvo que regalarle la cabaña de Yachi para aplacar su ira.
No obstante, cogió la llave con gusto y agradeció:
—Muchas gracias, señor Ginjo, en serio —dijo—. Escuche, ¿podría acompañarnos a la habitación? Tengo algo que decirle y no me gustaría que hubiera algún oído indiscreto por aquí.
No obstante, cogió la llave con gusto y agradeció:
—Muchas gracias, señor Ginjo, en serio —dijo—. Escuche, ¿podría acompañarnos a la habitación? Tengo algo que decirle y no me gustaría que hubiera algún oído indiscreto por aquí.
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)