1/05/2019, 18:38
El Uzukage echó una mirada al salón, y a las otras diez sillas vacías. De que pronto iba a tener que afrontar a todas esas sabias mentes para aventurarse a un sólo propósito: el de cauterizar la herida que habían dejado en Uzushiogakure, y sanar. Pero la inacción no era una solución certeza, y necesitaban resultados a corto plazo.
Hanabi dio el carpetazo y tomó asiento.
—Tengo los resultados. ¿Vas a querer que ellos escuchen? —preguntó, dejándole a Datsue la potestad de tomar esa decisión en particular. Total, estábamos hablando de su Hermano. Alguien tan cercano a él como ningún otro. Lo más sensato es que esa decisión la tomara él y sólo él.
Hanabi dio el carpetazo y tomó asiento.
—Tengo los resultados. ¿Vas a querer que ellos escuchen? —preguntó, dejándole a Datsue la potestad de tomar esa decisión en particular. Total, estábamos hablando de su Hermano. Alguien tan cercano a él como ningún otro. Lo más sensato es que esa decisión la tomara él y sólo él.