4/05/2019, 20:16
Minutos antes, a las afueras de la habitación número nueve, Ginjo aún trataba de entender qué coño había pasado. Siempre había una primera vez para todo, desde luego, pero nunca esperaba que alguien le patease el culo de esa forma. Que estaban en una misión, vale, ¡pero tenía que ser más agradecido, ese mocoso!
Primera y última vez que daba un tour personalizado. De eso no había duda.
Refunfuñó palabras ininteligibles dentro de su bigote y bajó las escaleras para continuar con sus labores.
Primera y última vez que daba un tour personalizado. De eso no había duda.
Refunfuñó palabras ininteligibles dentro de su bigote y bajó las escaleras para continuar con sus labores.