8/05/2019, 22:25
La urgencia con la que los transeúntes de aquella avenida comercial se movían y miraban al cielo se le contagió, y una creciente inquietud se agolpaba en su pecho, como si la lluvia que se avecinaba hubiera comenzado a caer y llejase una jarra.
Daruu observó ambos lados de la calle, tan diferentes como las dos culturas en continuo choque del País de la Tormenta, y arrugó la nariz, molesto de estar tan cerca y a la vez tan lejos de encontrar a las Náyades.
Se acercó un poco más a Ayame.
—Quizás encontraríamos más fácilmente los mercados si nos encaramamos a un tejado desde algún callejón, pero tendríamos que subir y bajar de él discretamente.
Daruu observó ambos lados de la calle, tan diferentes como las dos culturas en continuo choque del País de la Tormenta, y arrugó la nariz, molesto de estar tan cerca y a la vez tan lejos de encontrar a las Náyades.
Se acercó un poco más a Ayame.
—Quizás encontraríamos más fácilmente los mercados si nos encaramamos a un tejado desde algún callejón, pero tendríamos que subir y bajar de él discretamente.
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)